Antonio Salgado
La muerte viaja en las carreteras en camiones-traylers de doble remolque. Va de la mano de autobuses. Cientos de personas perecen en los trágicos accidentes. Las carreteras-autopistas no están construidas para “camionsotes” sobrecargados con más de 80 toneladas arrastradas, la carpeta de asfalto se quiebra y duran menos.
Son “camionsotes” de doble remolque o doble caja. Con esto transportan más y cobran más. Ahorran combustible. Invierten los empresarios del transporten y ganan más. Hay otro camión de carga intermedio, le agregan un “eje loco”, no lo trae de fábrica, se lo ponen, cargan más. El gobierno lo permite y los camioneros ganan más.
Arriba, al volante van choferes de licencia común. Son los dueños de las carreteras. Van con la autorización del gobierno. Como lo dijo en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, con su Secretario Gerardo Ruiz Esparza, “habría desabasto nacional”.
“¡ Sálvese quien pueda”. Bajo este imperativo de violencia atraviesan el país y circulan en las ciudades. El problema está en el sobrepeso. El peligro se llama “exceso de velocidad”. Van como ráfaga y dicen que “se quedaron sin frenos”.
Por el sobre peso y la alta velocidad sobrecalientan las balatas o discos y si se quedan sin frenos; pero es por irresponsables. Y son causa de choques o se voltean dejando una estela de muerte
El gobierno debe dar una solución completa que garantice la seguridad.
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