El Gobierno de la Ciudad de México se ha comprometido a impulsar una inversión de poco más de 40 mil millones de pesos en diversos rubros para este 2019, lo cual implica 32 por ciento más que lo invertido en 2018; sin embargo, si el escenario de inversión y certeza jurídica es el apropiado, esa cantidad podría superar a los 56 mil millones de pesos en los próximos años.
Destaca que el rubro más alto de inversión sea el destinado a la movilidad y transporte público con casi 12 mil millones de pesos y el de infraestructura vial con poco más de 5 mil 100 millones de pesos, sin duda una muestra de la prioridad que el tema le representa a la administración de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.
Por ello, desde la Comisión de Movilidad de COPARMEX Ciudad de México, encabezada por Maite Ramos, hacemos un llamado para que, ante dicha expectativa de inversión, se advierta que resulta muy poco favorable para la certeza jurídica, los enfrentamientos que se han hecho públicos entre la autoridad en materia de movilidad y empresas de transporte privado individual.
No resulta benéfico en ningún sentido para la inversión, que la autoridad encargada de coordinar la transformación del modelo de movilidad de la Capital, no esté generando las reglas claras y el piso parejo para la inversión de las empresas.
Y por el otro lado, tampoco es válido que una empresa, en un legítimo proceso de negociación con la autoridad, revele conversaciones privadas con el regulador. A todas luces, ésta no es una práctica aceptable, pues pone en riesgo y en un grado de desconfianza innecesario la relación entre el sector empresarial y las autoridades de gobierno, que día a día genera vínculos positivos, profesionales y con altos estándares de integridad corporativa.
Está claro que para mantener y acrecentar el estatus de inversión pública y privada en la Ciudad de México y con ello, salvaguardar a la Capital de los escenarios económicos de bajo crecimiento y limitado acceso al empleo, se requiere de un compromiso claro y auténtico con la certeza en las reglas para provocar inversión.
Y es que, lo que está en juego, son mecanismos que permitan mayor inversión y generación de satisfactores ciudadanos que resuelvan la demanda de una mejor y más segura movilidad, con la participación eficaz y estructurada del regulador, pero sin generar incertidumbre y vacíos legales que lo único que provocan es ahuyentar a los capitales.
La Comisión de Movilidad convoca a las partes a restablecer una mesa de diálogo, abierta, para seguir estructurando el modelo de movilidad que necesita la Ciudad Capital, atraer la inversión necesaria y crear condiciones de bienestar para los habitantes de la Ciudad de México.
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