Durante los cinco días de la Cumbre Tajín, las 14 casas de Tradición del Centro de las Artes Indígenas ofrecieron talleres, exposiciones, diálogos y la sabiduría de los abuelos totonacas, quie permitió el transmitir el conocimiento tradicional a las nuevas generaciones, como la creación de tintes naturales a partir de las plantas.
Durante los cinco días de Cumbre Tajín, el Centro de las Artes Indígenas ofreció entre sus múltiples actividades de interrelación humana y ambiental para que los visitantes del Parque Takilhsukut, en Papantla, Veracruz, apreciaran los frutos del trabajo del último año, a través de exposiciones, diálogos, talleres, conferencias, ceremonias y recorridos.
De manera particular, en la Casa de las Pinturas los maestros guían el recorrido explicando el proceso de extracción de azul de añil: desde que se pide permiso a los dueños del monte para recolectar las plantas, hasta que se obtiene la pasta con la que alumnos de diversas edades crean su obra.
Además de pedir permiso en el monte, es importante hacer una ofrenda de agradecimiento. El maestro Adampol López López, originario de la comunidad El Ermitaño Espinal, durante todo el año enseña a los alumnos los valores y la espiritualidad que está detrás de las pinturas. En Cumbre Tajín lo explica a los visitantes:
—Para poder trabajar, nosotros pedimos permiso. Le damos gracias a la Madre Naturaleza, porque tiene muchos colores que dar. Le damos gracias a la Madre Tierra porque la Madre Tierra es adonde está conectada la planta, le da vida. Le damos gracias al agua, porque el agua le da vida también, con eso crece la planta.
Si a la plantita no le cae agua, pues claro que se seca, no crece, por eso le damos gracias. Y le damos gracias al aire, con el aire respira también y se siente alegre. Cuando la plantita se mece está alegre porque le está dando aire. Y también le damos gracias al Sol, porque le da energía, le da luz.
Adampol es pintor desde hace cuatro años, primero fue voluntario, después estudiante y ahora maestro. En el interior de la Casa de las Pinturas, invita a los visitantes a conocer la obra pictórica de los alumnos, expuesta en todas las paredes.
Con las actividades del Centro de las Artes Indígenas, el Festival Cumbre Tajín se confirma como un modelo de regeneración cultural en el que la civilización Totonaca es anfitriona, protagonista y principal beneficiaria de la transmisión generacional de las artes de la tradición.
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