La política
¿Ya terminaron los funerales del PRI? Y hay quienes esperan verlos llorar. Desencanto por no ver al partido del gobierno federal, de varios estados y municipios, en grupos separatistas. La disciplina es su virtud. Renunció Manlio Fabio y la Secretaria General, Carolina Monroy, quedó al frente para organizar la elección del nuevo presidente. Lo extraño es que ni una protesta, ni una solicitud de revisar alguna elección.
Ahora resulta que la elección del pasado 5 de junio, es un ejemplo de limpieza electoral. La suspicacia es humana y natural, parodiando el refrán campirano: “Bueno, honesto, lo que se llama honesto, pues, ni mi compadre”. Y esa elección está muy sucia. La campaña fue la más degradante. Hay votos sucios. Hay exceso de gasto. Pero ninguna protesta. Es insólito.
Es la consigna del líder supremo. De Enrique Peña Nieto; no impugnar. Y la pregunta ¿Qué buscó y qué busca, el Presidente Enrique Peña Nieto? La renuncia de Manlio es un gran vacío. Los vencedores se engrifaron y han montado una campaña de descrédito. Están crecidos. Van por más. Falta mucho por aclarar. No se vale entregar el botín; sin defensa.
Comentarios Cerrados