Muy pocas veces los galardones del tipo que sea no corresponden a quienes los reciben. Por lo general, en su entrega se inmiscuyen intereses políticos y de amistad, sobre todo. Por eso, resalta el reconocimiento recibido por Isabel Miranda de Wallace, una madre que unió, al mismo tiempo, amor y coraje, como acertadamente lo dijeron el Presidente Calderón y el titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia. La señora Miranda se ha convertido en un símbolo y voz de las víctimas del secuestro en México. «Las víctimas, no obstante haber sufrido los estragos de la delincuencia y vivir ese dolor, nos enfrentamos con la situación de ser ignorados, desacreditados», dijo, al agradecer la entrega del galardón. Siempre se le recordará como la madre que sufrió el secuestro y asesinato de su hijo Hugo Alberto y que realizó personalmente la investigación que llevó a la captura de todos los responsables de ese agravio social. Pidió construir un memorial con los nombres de Hugo Alberto Wallace, Silvia Vargas, Fernando Martí, el niño Equihua y todos los nombres de las víctimas que han sido secuestradas y perdieron la vida, donde «se muestre la indignación que sentimos los mexicanos ante estos cobardes delitos… un lugar que nos permita recordar a dónde no queremos llegar como sociedad y que nos permita tener presente, a diario, que tenemos mucho que cambiar», petición que fue aceptada por Calderón Hinojosa. Miranda, además de ser una de las principales activistas en la lucha contra el secuestro, a través de la organización civil Alto al Secuestro, recientemente, promovió la ley nacional antiplagio, promulgada en noviembre pasado.
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