Notas

¿68, Crepúsculo libertario?

 

La Real Academia define la palabra Crepúsculo: luz del amanecer y del anochecer. El movimiento estudiantil de 1968 culmina con la represión trágica del 2 de octubre del 68. El proceso ministerial burocrático continúa. Pero la página del movimiento por la libertad, engendrada y alimentada en la juventud irreverente escribió la historia del movimiento liberador ciudadano e individualista, en acción colectiva.

A 40 años del pasaje trágico, en el cual cayó el gobierno de una autoridad dura a un represor sangriento, con el uso de las fuerzas armadas públicas, como fue el Ejército. Del número de muertos puede decirse que fueron muchos. Es lo que menos importa, porque el acto de represión al deseo de manifestarse públicamente, no puede justificarse jamás. Y mucho menos con las fuerzas armadas acabando con la vida física y la cadena de ilusiones por vivir.

La historia del movimiento global e integral está mutilada. Se han prodigado en mantener en alto la cabeza del movimiento en protesta como bandera política e ideológica. Y quizás, los miles y miles de jóvenes que se sumaron a las marchas, en su emoción y en su visión no estaba la ideología ni el interés por incursionar en la política y mucho menos como vía para llegar a los puestos de gobierno.

No se sabe, judicialmente aunque esta palabra pareciera que mancha el misticismo del movimiento, qué ocurrió, cómo ocurrió y por quiénes ocurrió, en la detonación de armas. Fue un sabotaje o fue una provocación o en verdad fue una intención plena y absoluta del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz de que el Ejército atacara disparando. 

Dudas y verdades que no se indagan. La satanización histórica como acto de justicia política e ideológica se ha sembrado, por parte de algunos que auto-detentan la representación de ese movimiento. Pero la verdad completa falta. Incluso falta leer y releer el libro de las memorias del general Marcelino García Barragán.

La libertad es el máximo valor humano y no requiere más adjetivos. Esto representaron los jóvenes que se movilizaron en 1968. Lo hicieron en varios países del mundo, como Francia, Alemania, Checoslovaquia. Y lo hicieron en México. Esto es lo que se debe celebrar.

El rector de la UNAM, José Narro Robles, presidió la ceremonia en que se rindió homenaje, a quien fuera rector de esa casa de estudios en el 68, Javier Barros Sierra, quien tuvo el tino de arropar la inquietud juvenil y estudiantil. La explanada lleva ahora su nombre. Y en el crepúsculo, de la luz del amanecer y anochecer, la ceremonia estuvo acompañada por una banda militar de música. La fraternidad.

Por el 68 mucho se escribe, mucho se dice. Incluso mucho se inventa, fenómeno común a la leyenda. Y en espacios periodísticos muchos por resaltar su valor en el trabajo de este pasaje. Y merece un reconocimiento el periodista Carlos Puig, del noticiero Hoy por Hoy de la W, que ha convertido el espacio y su trabajo, madrugador, en periodismo inquisidor ponderado y de indagación, esto requiere la sociedad.

 

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