El desarrollo de nuestras civilizaciones ha modificado, y en muchos casos de manera sustancial, el paisaje terrestre. Las ciudades y poblados en los que vivimos, así como los campos de los que obtenemos nuestros alimentos han removido a los ecosistemas originales, secando lagos y ríos –como en el caso de la Ciudad de México- o incluso ganando tierras al mar como Tokio, la capital japonesa. También hemos llevado a la extinción a numerosas especies y sobrecargando la atmósfera con gases y contaminantes que causan cambios en el clima, todo ello para establecernos y permitir que nuestras ciudades y pequeños poblados sigan creciendo.
Nuestro impacto no ha terminado ahí. Los productos que empleamos en nuestra vida diaria provienen de la explotación de los recursos naturales de muchos de los ecosistemas del Planeta. Los alimentos que consumimos, la madera que empleamos para la construcción, los muebles o el papel, los plásticos que envuelven los artículos de la vida moderna, o los químicos que se emplean en la industria, agricultura o el hogar, todos, de alguna manera, están relacionados con ligeras perturbaciones o severos daños al ambiente. No es exagerado decir que nuestro Planeta ha cambiado, y en muchos casos de manera irreversible, con la expansión y el desarrollo de nuestra civilización.
Para muchas personas, sobre todo las que viven en las grandes ciudades, los efectos ambientales de la producción de bienes y servicios pueden pasar desapercibidos, ya que se producen muy lejos de nuestros hogares o trabajos. Por ejemplo, los efectos ambientales y sociales que la explotación de la caoba en la Amazonía desencadenan sobre la selva tropical y sus habitantes, raramente son conocidos por los ciudadanos europeos o norteamericanos que la importan para fabricar sus muebles, como tampoco lo son entre sus consumidores los impactos que sufren los ecosistemas marinos de la costa occidental de Sudamérica por la explotación de la anchoveta y otras tantas especies marinas en la zona de la corriente de Humboldt.
Fuente: Semarnat. ¿Y el medio ambiente? Problemas en México y el mundo. Semarnat. México. 2008
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