Datos del INEGI indican que dos de las principales razones por las que un emprendimiento o cualquier empresa en México puede fracasar, son los gastos de operación excesivos y una mala administración financiera. Por esta razón, implementar soluciones tecnológicas de gestión de gastos corporativos se vuelve clave para reducir las malversaciones de efectivo y recursos dentro de una empresa hasta en un 58%, según estadísticas de KPMG; ayudando además, a que el crecimiento acelerado que llegan a experimentar las empresas no represente una desestabilización financiera.
Al respecto, Gerry Giacomán Colyer, CEO y founder de Clara, la solución para la gestión de gastos al interior de las empresas, señala que “al enfrentarse a un crecimiento acelerado, el 35% de las pymes no logran despegar debido a la falta de rentabilidad provocada por la poca o nula estabilidad financiera, es por esta razón que los emprendedores deben asegurarse de contar con productos y/o sistemas de control de gasto que les brinden liquidez y ayuden a solventar sus gastos operativos, para evitar que los bolsillos propios sean los que terminen por subsidiar a la compañía”.
Con base en ello, el especialista comparte 3 tips clave que todo emprendedor debe tomar en cuenta al elegir un producto de gestión de gastos corporativos:
Asegurarse del respaldo de instituciones que avalan los productos y servicios
Dependiendo del tipo de servicios que se ofrezcan, existen diversas instituciones gubernamentales que regulan este tipo de productos, entre ellas se encuentran: la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) y/o la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO).
Antes de adquirir un sistema de gestión de gastos o cualquier otro producto crediticio, es necesario corroborar que la compañía que lo provea, está adecuadamente constituida y autorizada ante alguna de las autoridades antes mencionadas. Esta información se encuentra en las plataformas digitales de la empresa o está presente al momento de la contratación del producto.
Corroborar la procedencia del producto
Aunado a ello, es de vital importancia conocer el país de origen de la compañía, los diferentes mercados en los que opera y los productos que ofrece en estos, pues muchas empresas internacionales han comenzado a ofrecer productos de crédito en México sin contar con el respaldo de regulaciones nacionales.
De acuerdo con Mauricio Villers, Head of Legal en Clara, es importante contar con el respaldo de las autoridades locales correspondientes, ya que aseguran que se cumpla con lineamientos básicos dentro del marco regulatorio, tales como la normativa en materia de protección al consumidor y sus datos personales, buenas prácticas para la prevención de lavado de dinero, además de transparencia en cada transacción.
Para asegurarte que el producto o solución tecnológica es regulada por instituciones mexicanas, basta con recordar que las sociedades que prestan servicios financieros y otorgan productos crediticios en el país, deben estar constituidas como sociedades anónimas, bajo alguna de las modalidades autorizadas (S.A., S.A.B., S.A.P.I., Institución de Banca Múltiple, Sofomes, Sofipos, Instituciones de Fondos de Pago Electrónico, etc.).
Contrato claro, explícito y formal
Uno de los aspectos fundamentales, pero menos valorados al momento de adquirir servicios financieros y/o crediticios de cualquier tipo, es la revisión detallada del contrato. De acuerdo con Villers, existen aspectos clave que pueden facilitar la revisión de este documento e incluso ahorrar algo de tiempo, a la vez que aseguran la fiabilidad del producto contratado. Algunos de estos elementos pueden ser: el número de registro, que garantiza la revisión y aprobación por parte de alguna de las autoridades antes mencionadas; la carátula con los elementos más importantes del crédito, como son las comisiones, intereses, costo anual total (CAT) y fechas de pago.
Recuerda que, contratar cualquier servicio crediticio o de gestión de gastos, implica brindar información sensible de tu empresa. “Los riesgos de contratar créditos con una sociedad que no esté debidamente autorizada, constituida o cuyos contratos no hayan sido aprobados por CONDUSEF o la PROFECO, van desde comisiones ocultas o más altas de lo que esperabas, garantías inesperadas o, eventualmente, la pérdida del capital. ”, finalizó Giacomán.
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