El consentido e intocable Ejército
Rafael Cienfuegos Calderón
El Ejército Mexicano es el principal aliado del Presidente de la República. Toda orden que recibe de él la acata aunque no correspondan a sus obligaciones constitucionales de defender el territorio, la soberanía nacional y garantizar la seguridad interior. Así como construye aeropuertos, bancos e infraestructura ferroviaria, maneja puertos, aduanas, contiene a migrantes en las fronteras norte y sur del país, realiza actividades policiales y de inteligencia, combate el robo de combustibles y diseña estrategias para frenar los feminicidios. ¿Por qué lo hace? ¿Por lealtad al comandante supremo de las Fuerzas Armadas y disciplina? Es posible. Información documentada por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad dada a conocer Leonardo Núñez da un atisbo de otro motivo: la Secretaría de la Defensa Nacional, de la que depende el Ejército, tiene cuatro fideicomisos cuyos recursos aumentaron de 2,505 millones de pesos que reportó la secretaría de Hacienda tenían asignados en el tercer trimestre de 2019, a 26,252 millones en el cuarto trimestre, y en 2020 crecieron a 31,980 millones. La investigación destaca que 94% de ese dinero se encuentra en el Fideicomiso Público de Administración y Pago de Equipo Militar que al ser revisado en 2012 por la Auditoría Superior de la Federación (auditoría GB-109) se encontró que carece de procedimientos formales que regulen el registro, control y seguimiento de los recursos. Acusa Núñez, que en la presente administración hay un doble rasero. Mientras que 109 fideicomisos relacionados con la ciencia, tecnología, cultura, protección de derechos humanos y cuidado del medio ambiente están en peligro de extinción, hay otros que no sólo permanecerán intactos, sino que se les ha aumentado estratosféricamente sus recursos. Y tiene razón, porque, además, los motivos esgrimidas por el Presidente para la liquidar los fideicomisos: mal manejo de recursos y corrupción, no aplican para los fideicomisos militares. El viernes el Presidente refrendó que tiene toda la confianza al general Luis Cresencio Sandoval, titular de la Sedena y al almirante José Rafael Ojeda Durán, secretario de Marina (Semar), pues por sus antecedentes, son incorruptibles y honestos. Esto, luego de que el general Salvador Cienfuegos, extitular de la Defensa Nacional en el gobierno de Peña Nieto, fuera detenido el jueves en Estados Unidos acusado de narcotráfico y lavado de dinero.
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