Continúa la colaboración técnica del Banco Mundial con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), a través del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México, para la formulación de un modelo de desarrollo regional y sustentable de la cuenca del Sistema Cutzamala.
Dicha colaboración, busca desarrollar un plan de acción para la gestión integral de las sub-cuencas de producción de agua del Sistema Cutzamala, enfocado en la sustentabilidad social, ambiental, técnica, económica y financiera, así como la institucional.
Durante la sexta misión técnica que realiza personal del Banco Mundial se integra el diagnóstico de las condiciones actuales de la región, el cual será entregado en febrero del 2015.
Para ello se trabaja en ocho mesas de trabajo, con diversos expertos de los Organismos de Cuenca Balsas (OCB) y Valle de México (OCAVM), los institutos de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIUNAM) y Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), Consejo de Cuenca del Valle de México (CCVM), el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), así como de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM).
En los trabajos se identificarán las acciones necesarias para el mejoramiento de las condiciones actuales de cada una de ellas en función de su manejo, para optimizar las condiciones de captación en la cuenca, en cuanto a la cantidad y calidad del agua para el abastecimiento al Valle de México así como otros elementos base de la naturaleza como son el suelo, el bosque y la energía.
Esta labor realizada en conjunto con el Banco Mundial, el Instituto de Ingeniería de la UNAM y el IMTA, está prevista en cinco etapas: en la primera se entregó el plan de trabajo y en la segunda fase (la actual) se elaborará un diagnóstico. Mientras que la tercera contendrá un análisis de información donde se busca desarrollar herramientas – modelos conceptual, piloto y operacional – para la formulación de un plan integrado, el cual formará parte de la cuarta etapa.
Con este proyecto se vincularán programas que incentiven la economía local y al mismo tiempo promueva la protección de la región. Se buscarán incentivos para el cambio de prácticas agrícolas, uso de suelo y para que se implementen programas de educación e investigación en la zona.
Finalmente en la quinta etapa, se articularán programas avalados por autoridades federales, estatales, municipales, y los integrantes de las comunidades, que incluyan planes de presupuesto, y donde se detallarán las fuentes de financiamiento.
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