Los guantes, bufanda y gorro ayudan a proteger las vías respiratorias, pero no es suficiente, ya que también es necesario el tener un estilo de vida y una buena alimentación son esenciales para fortalecer las defensas contra el clima invernal
Aunque los frentes fríos empezaron en diciembre, se sabe que en los primeros meses del año suelen bajar aún más las temperaturas. Las primeras horas de la mañana son extremadamente frías e inevitablemente los resfriados y enfermedades respiratorias se hacen presentes.
Según la nutrióloga Valeria Rubio, “el frío cambia el funcionamiento de nuestro organismo. La necesidad de mantener el calor hace que se reduzca el flujo de sangre en nuestras extremidades, lo cual nos hace requerir muchas más calorías de lo que nuestro cuerpo está acostumbrado”.
Por este motivo es común sentir la necesidad de comer más de lo habitual, por ello es importante incluir en la dieta un licuado o smoothie, que son bebidas con un alto aporte de proteínas, las cuales ayudan a mantener los niveles de glucosa en el cuerpo, de esta manera se impide el consumo excesivo de carbohidratos y al mismo tiempo se evita subir de peso para gozar de una buena salud.
Por ello, la especialista dio una serie de recomendaciones para ayudar a fortalecer el cuerpo por fuera y por dentro:
Cuando el cuerpo experimenta frío bajan los niveles de serotonina en el cerebro, debido a este cambio puede ser común sentir tristeza o apatía. La leche contiene un aminoácido que participa en la producción de serotonina, el neurotransmisor encargado de hacernos sentir contentos, por ello no hay mejor opción que empezar el día con una taza caliente de leche que mantendrá la temperatura corporal y ayudará a contrarrestar los efectos del frío.
Las botas y los guantes son indispensables para esta temporada, las manos y los pies siempre deben estar protegidos, puesto que cuentan con un menor flujo de sangre y por lo tanto son más susceptibles de enfriarse.
El zinc es un mineral que ayuda a prevenir los resfriados e incluso funciona en el proceso de recuperación. Este mineral se puede encontrar en productos de origen animal, como es le leche.
Practicar algún tipo de actividad física durante días fríos tiene mayores beneficios, pues aparte de llenar el cuerpo de energía, se activa mucho más el metabolismo y se queman mayor cantidad de calorías. Consumir algún tipo de lácteo después de hacer ejercicio aporta vitamina D, la cual ayuda a la absorción de calcio lo cual contribuye a mantener los huesos sanos.
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