El Presidente Enrique Peña Nieto, a nombre de México, recibió la certificación de la UNESCO que declara a Calakmul, Patrimonio Mixto de la Humanidad. Nuria Sanz Gallegos, representante en nuestro país del organismo internacional, hizo la entrega a nombre de Irina Bokova, su directora general.
Calakmul es una ciudad maya ubicada en el estado de Campeche, pero también región selvática en la península de Yucatán. Reserva de la biosfera de valor estratégico para la preservación del medio ambiente. Hábitat de una biodiversidad fundamental para vida que trasciende límites y fronteras. Vida de hoy; vida de mañana.
El Presidente, al recibir la distinción, reiteró el compromiso de su gobierno de apoyar la gestión de un desarrollo sustentable del lugar, constituido y reconocido como valor de la humanidad.
En la ceremonia estuvieron presentes Fernando Ortega Bernés, gobernador de Campeche; Juan José Guerra Abud, titular de la Secretaría del Medio Ambiente; José Antonio Meade, secretario de Relaciones Exteriores. Además, el titular del ejecutivo federal encomendó a los secretarios: de Turismo, Claudia Ruiz Massieu; al de Educación Pública, Emilio Chuayffet, y al de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, sendas tareas, que habrán de coadyuvar en el desarrollo de la región. Un desarrollo en el que la sustentabilidad es premisa fundamental.
El Presidente hizo puntual reconocimiento a ejidatarios de la región, por su aplicación en tareas conexas al cuidado del área. Son sujetos de pago por servicios ambientales, un derecho insuficientemente reconocido, respetado, por beneficiarios y autoridades, obstáculo para el desarrollo de comunidades rurales del país, particularmente de las que integran poblaciones indígenas, las más pobres entre los pobres; las más vulnerables frente a quienes detentan poderes económicos que todo lo avasallan. Cuidado con la ocupación temporal, en su caso, por causas energéticas.
Motivo de orgullo sin lugar a dudas la certificación de Calakmul como Patrimonio Mixto de la Humanidad. Reconocimiento de lo que aún nos queda de recursos naturales y del legado de una de nuestras culturas madre, la Maya. Pero al mismo tiempo, responsabilidad, que el presidente Peña Nieto reconoce y asume. Pero esa disposición gubernamental no basta. Es necesario el ejercicio de la voluntad de los gobernados. Particularmente de los beneficiarios de los bienes señalados.
Se da el caso de que un bien de todos no alcanza la valoración y las acciones necesarias para su preservación y desarrollo de todos cuantos somos. Es el caso de nuestra entrañable Ciudad de Mexico, un valor en sí misma y continente a su vez de valores, patrimonio nacional y patrimonio de la humanidad.
Entre esos valores, por ejemplo, contamos a Xochimilco. Patrimonio de la humanidad al que se destinan recursos propios e internacionales para su preservación, que habrán de perderse en tanto ese objetivo no se logra. Por falta de aplicación de las autoridades y por falta de conciencia ciudadana. Hablamos de cuidar Calakmul y de muchos de los sitios y valores, tangibles e intangibles, que en nuestro país tenemos certificados por la UNESCO como patrimonio de la humanidad, espléndido, igual disposición despleguemos habitantes de la ciudad capital de la república, del área metropolitana, y visitantes nacionales e internacionales en favor de Xochimilco, no sólo bien cultural, sino acuífero proveedor del 25 por ciento del agua que consumimos en el Distrito Federal.
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