Notas

Ciudad del Conocimiento y la Cultura: opción de descentralización en Pachuca

Ana Herrera

El Estado de Hidalgo se encuentra sobre las bellezas escénicas propias del Eje Neovolcánico y la Sierra Madre Oriental donde se manifiesta una vegetación semiárida que permite la existencia de nopal, yuca y maguey. Su trazo se encuentra dividido por 84 municipios donde 52% de su población es considerada urbana y 48% rural.

De acuerdo al informe de 2015 del Instituto Mexicano para la Competitividad, A.C , Hidalgo tiene el primer lugar en el índice de paz social; su capital, Pachuca de Soto, incluye 7 municipios conurbados y recientemente fue declarada por el gobierno de Francisco Olvera Ruiz como zona metropolitana, al mantener una densidad de más de 773 mil habitantes.

Para atender la competitividad de investigación e innovación y en respuesta a una demanda de fenómenos migratorios constantes que buscan la descentralización de la población de la Ciudad de México (CDMX), en Pachuca se encuentra La Ciudad del Conocimiento y la Cultura, un proyecto con perspectiva de 20 años que ya se encuentra operando en uno de los ecosistemas más favorables en cuanto a la resistencia sísmica.

A una distancia de 90 Km de la CDMX, a través de la autopista Arco Norte, la zona poniente de Pachuca se encuentra sobre un corredor que va hacia el Valle del Mezquital; junto a los remanentes de la antigua hacienda de la Concepción que ahora alberga instituciones educativas de prestigio, está el Parque Científico y Tecnológico, uno de los componentes del innovador proyecto.

“Una zona privilegiada y bien conectada”

Rumbo a Actopan y en colindancia con el municipio de San Agustín Tlaxiaca se ubican las 178 hectáreas del Tecnopolo, un área destinada para concentrar importantes recintos educativos como el Centro Nacional de Innovación Textil y de Vestido y la unidad réplica del Instituto Politécnico Nacional (IPN) Zacatenco, la cual forma parte del programa de descentralización educativa del IPN.

Actualmente, son 1,800 estudiantes los que toman clases dentro de la modalidad de 7 bachilleratos y 2 ingenierías del IPN en la zona del Tecnopolo, cuyo punto más alto se ubica a casi 2,500 metros sobre el nivel del mar.

En la parte más baja, donde se ubica el acceso del Tecnopolo, se pasa por debajo de una estructura de un fragmento de la cadena de ADN. A los costados de la avenida se encuentra una planta de tratamiento de aguas residuales con capacidad de procesar 40 litros por segundo que permite la sustentabilidad del proyecto.

“Tenemos una forma de mantener el suministro de agua tomando en consideración que la Ciudad del Conocimiento tiene posibilidad de dotarse de 37. 41 litros de agua por segundo”, explica Eduardo García Alonso, coordinador general del Consejo Rector de Pachuca Ciudad del Conocimiento y la Cultura.

En entrevista para Mi Ambiente, García Alonso refiere la solidez de la tierra en esta región del estado: “Los tres estudios de mecánica de suelo que hemos realizado en el polo tecnológico nos han dado entre 65 y 70 toneladas por metro cuadrado de resistencia, lo que nos habla de un suelo tepetatoso muy duro y con capacidades importantes para construir estructuras de cualquier tipo al ser una zona con poca sismicidad. Un suelo en la CDMX tiene capacidad entre 4 y 5 toneladas por metro cuadrado”.

Posterior al sismo de 1985, distintas instituciones se vieron en la necesidad de buscar mejores condiciones de seguridad para preservar sus respectivos insumos esenciales, como el caso de la Bolsa Mexicana de Valores, a través de Bursatec; el catálogo de la Fototeca del Instituto Nacional de Antropología e Historia y el respaldo electrónico del Instituto Nacional Electoral.

Todos ellos se encuentran en el perímetro que rodea al Tecnopolo de la Ciudad del Conocimiento y la Cultura de Pachuca, una alternativa que busca contribuir a la descentralización de la capital del país.

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