Ante una CNC, sumamente diezmada, se celebró el 94 aniversario de la Ley Agraria, en el DF. Tradicionalmente el Puerto de Veracruz era la sede. Ahora, no.
Presentes pocos, muy pocos, hombres y mujeres del campo. Rostro avejentado y cansado. Jóvenes, celular en mano, ajenos, por completo al significado de esta ceremonia que reúne a líderes cenecistas históricos, como Augusto Gómez Villanueva y Maximiliano Silerio Esparza y algunos otros más.
La mayoría: burocracia del campo. Todos en busca de una diputación o senaduría. El rescate del campo pasa a las últimas preocupaciones. Así ha sido, año con año.
Diálogo entre conocidos. Del gobierno federal, sólo Abelardo Escobar Prieto, secretario de Reforma Agraria (SRA); Enrique de la Madrid Cordero, director general de Financiera Rural (Finrural); los gobernadores de Nuevo León, Natividad González Parás; de Durango, Ismael Hernández Deras; de Veracruz, Fidel Herrera, y de Michoacán, Leonel Godoy; la dirigente de la CNPR, María Esther Terán Velásquez; el resto, representantes de los titulares del gabinete agropecuario. Ausente el CAP. Por supuesto, la jerarca priísta, Beatriz Paredes Rangel; su segundo de a bordo, Jesús Murillo Karam, y desde luego, Horacio Duarte, el hombre del momento.
Discursos llenos de lugares comunes. Crisis mundial. Revisión del Tlcan. Rechiflas cada vez que se mencionaba el nombre del Presidente Calderón o del secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas Jiménez, aunque cuando la cámara móvil paneleaba al grupo, todos hacían mutis y se perdían entre los asistentes.
Cruz López Aguilar, el anfitrión. Promesas: pedir juicio político contra Cárdenas Jiménez y “sus amanuenses”, realizar la marcha de protesta (por tercer año consecutivo) el 30 de este mes y llevar a la Cámara de Diputados a 86 diputados cenecistas.
Hechos destacables: cenecistas mexiquenses con playeras blancas, portando, al frente, la identificación: Edomex, en línea vertical; en la espalda, en color verde: 2009, abajo, la leyenda, en letras negras: “este es nuestro año”, enmarcada en un paréntesis de color rojo. De Hidalgo y Tamaulipas que dominan la burocracia cenecista, nada; nutrido grupo neoleonés de apoyo al gobernador Natividad González, y, de rebote, a Hernández Deras.
Al final, cuando se entonaban los versos del Himno Agrarista ya sólo quedaban unos cuantos. La desbandada había iniciado antes.
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