El automovilista debe poner atención a estos detalles para identificar el problema
Si hablamos de los sistemas más importantes de un automóvil indudablemente la transmisión es uno de ellos, pues es la que se encarga de que la potencia del motor llegue a los neumáticos del vehículo para que éstos giren con la velocidad adecuada.
Una de las maneras más sencillas para descubrir que la transmisión presenta problemas es cuando los cambios no entran, lo cual se puede deber a que los cables estén dañados, a que el líquido con el que se cuenta no es suficiente o bien que no tiene la viscosidad que se requiere.
Asimismo, si mientras maneja su coche el usuario se percata de un olor a aceite quemado es probable que el líquido de transmisión, artículo que se consigue en diversas presentaciones como la marca Gonher, se haya sobrecalentado, por lo que debe ser reemplazado.
Si la transmisión funciona de manera correcta, cada vez que se realicen cambios estos permanecerán en la posición que el conductor los ha colocado, pero cuando esto no es así, la velocidad no se mantiene al nivel indicado, razón por la que es importante realizar un chequeo.
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