¿Cómo se vive la religión en pandemia?

Durante el 2020, miles de negocios, escuelas, centros recreativos y recintos religiosos tuvieron que suspender sus actividades debido a la contingencia sanitaria mundial. Esto significó la despedida de nuestras rutinas como las conocíamos y la necesidad de encontrar nuevas maneras de adaptarnos al entorno actual.

Entre todas estas actividades que tuvieron que ser adaptadas para prevenir el esparcimiento del virus, existe una de la que poco se ha hablado pero nunca ha dejado de “laborar”: La fe y religión. Como sabemos, la religión juega un papel fundamental en México y es que, según datos del INEGI 2020, más del 90% de los mexicanos profesan alguna religión o creencia, siendo la religión católica la que cuenta con mayor número de creyentes a pesar del descenso del 5% a comparación con estadísticas del 2010.

Este decremento puede deberse al crecimiento exponencial de la diversidad religiosa a lo largo del país, siendo un ejemplo de esto La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, quienes actualmente reúnen a 1 millón 480, 757 miembros de la comunidad en la República Mexicana.

Conociendo la importancia y el impacto que tienen las creencias religiosas en México, sobre todo durante la pandemia por COVID-19, platicamos con miembros de La Iglesia de Jesucristo para conocer cómo han tenido que adaptar sus conocimientos y enseñanzas durante el confinamiento para continuar transmitiendo fe, paz y sobre todo responsabilidad a sus seguidores.

1. Iglesia centrada en el hogar: El confinamiento por la actual pandemia obligó a las organizaciones religiosas a buscar otras alternativas para continuar practicando su fe, pero para la Iglesia de Jesucristo pensar en ‘iglesia’ como algo que sólo ocurría en sus centros de reuniones quedó atrás desde el 2018, cuando su líder mundial redujo significativamente el tiempo de adoración en los centros de reuniones e implementó el programa Ven Siguemecon el que aprender doctrina, fortalecer la fe y la adoración tienen como centro el hogar.
2. Uso de herramientas digitales:  Desde 2010, el material de estudio de esta religión se encuentra disponible en las tiendas digitales como PlayStore y App Store, dando la posibilidad a los creyentes de consultar los materiales de interés en el tiempo que ellos lo deseen. De igual forma, haciendo uso de plataformas para videollamadas, las congregaciones continúan con las reuniones dominicales a distancia.
3. Cierre de templos: Desde el comienzo de la pandemia, la Iglesia tomó la decisión global de cerrar templos, centros de reuniones y suspender todo tipo de actividades que requirieran la presencia de muchas personas, esto para proteger la salud de los creyentes y el público en general.
4. Mensajes de paz:Conscientes de la necesidad de tomarse un respiro de lo negativo, esta religión decidió iniciar una campaña para #DarGracias en el que invitaba a personas de todas religiones, creyentes o no, a agradecer por las cosas buenas que estaban pasando en sus vidas, ayudando a tomar un descanso para la salud física y mental.
5. Promoción de la salud: Creyentes y firmes defensores de la ciencia y la educación, esta religión se dedica a promover los mensajes dictados por los organismos de salud federales y mundiales en orden de minimizar el número de contagios, pregonando entres su comunidad el respeto por la sana distancia, el confinamiento y más recientemente, la vacunación para proteger a sus seres queridos.
6. Ayuda humanitaria a distancia: Desde siempre, la ayuda humanitaria ha sido uno de los pilares más importantes para la Iglesia, siendo superior a 15 millones de dólares el valor total de los proyectos humanitarios para México, por lo que durante esta difícil etapa se ha dedicado a brindar apoyo monetario y en especie a diversas instituciones de salud especializadas en detección y control de brotes, así como la donación de equipo médico para la protección del personal de salud que lucha contra el covid-19.