En calidad de propietaria de la Lotería Nacional, Elba Esther Gordillo nombró a su incondicional Miguel Ángel Jiménez Godínez al frente de esa empresa con sello oficial. Y al todavía director general de la misma, Francisco Yáñez, le consiguió chamba como representante en Washington de la banca de desarrollo.
Antes de ingresar a la Lotenal, Yánez había sido secretario particular de la «maestra» y Jiménez Godínez fue dirigente del Partido Nueva Alianza, llamado también Panal, otra propiedad de Gordillo. Además, es dirigente vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de Educación Pública (SNTE), su máximo sostén político.
En un comunicado oficial se indicó que el Presidente Felipe Calderón agradeció el desempeño a Yáñez por sus dos años de administración al frente de la Lotenal.
«Bajo su gestión no sólo se fortaleció la presencia de la Lotería Nacional en un entorno cada vez más competido, sino que se fortaleció el sentido social de la institución a favor de la población más desprotegida, su misión fundamental orientada a beneficencia pública», indica dicho documento.
Por su parte, el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, autorizó el nombramiento de Francisco Yáñez para representar a la banca de desarrollo en la capital de Estados Unidos, sin que se supiera la existencia de ese puesto burocrático.
En otro comunicado, Hacienda informó que Yáñez «atender la relación de estas entidades –las de los bancos– con los intermediarios financieros y diversas agencias del gobierno de Estados Unidos».
La anterior designación recuerda que el mismo Yáñez concedió un contrato por más de 40 millones de pesos a la empresa Médica Londres, la cual es presidida por Jorge Kahwagi, actual dirigente del Partido Nueva Alianza, el de Gordillo.
En estos manejos a favor de la «población más desprotegida», Yáñez convirtió a la Lotenal en refugio de funcionarios del ISSSTE y del Panal, así como de empleados del Fideicomiso de Vivienda Magisterial, que pertenece al SNTE.
Es del conocimiento público, desde el inicio del actual sexenio, que el ISSSTE es otra concesión a favor de Gordillo y también la maneja como de su propiedad. Ya abre brecha al director general de ese instituto, Miguel Ángel Yunes, para la gubernatura de Veracruz.
En tanto, el Panal está en vías de consolidar con el Partido Acción Nacional una candidatura común rumbo al gobierno de Nuevo León. Ya votó la mayoría de consejeros del comité estatal blanquiazul a favor de esa coalición.
El mandatario estatal priísta, José Natividad González Parás, ha de estar de acuerdo con ese pacto, pues se hizo muy amigo de Gordillo cuando él encabezó al grupo «Todos unidos contra Madrazo» (Tucom), mediante el cual se pretendía postular a Enrique Jackson o a Arturo Montiel para la Presidencia de la República.
Ante el fracaso de ese proyecto, Gordillo se echó a los brazos de Marta Sahagún en Los Pinos y luego renunció a la secretaría general del PRI. Su incursión en el panismo le facilitó establecer una fuerte amistad con Felipe Calderón, a quien ayudó en su campaña presidencial con el contingente del SNTE.
Son válidos los pagos políticos ¿pero no son excesivas las concesiones a Gordillo, quien incrementa poder y riquezas?
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