* El uso de biocombustibles no es nuevo * Aceite de cacahuate para operar un motor * Desde los 20´s se usa el etanol como energético
Morelia, Mich.- Aunque hoy en día es necesario desarrollar e impulsar nuevas fuentes de energía renovables para sustituir a los combustibles fósiles, el uso de productos agrícolas como insumos para la producción de biocombustibles no es nuevo.
En 1890, el científico alemán Rudolf Diesel, creador del motor del mismo nombre, tenía considerado usar aceite de cacahuate para la operación de su motor. Por su parte, Henry Ford realizó en 1908 investigaciones y pruebas para utilizar alcohol como combustible de su famoso automóvil «modelo T».
Brasil empezó sus investigaciones para usar alcohol de caña como combustible automotriz en 1912, y en la década de los 20´s se inicia el uso del etanol como combustible en forma generalizada; sin embargo, a principios del siglo XX el petróleo apareció espectacularmente en el mercado, en cantidades suficientes y a precio bajo, por lo que se convirtió rápidamente en el combustible más usado, en complemento del carbón.
La crisis petrolera de los años 70´s generó un aumento notable en los precios del petróleo, lo que motivó a que algunos países reiniciaran sus investigaciones y acciones para obtener combustibles alternativos.
Así, los brasileños retomaron el impulso al etanol de la caña de azúcar, porque era el combustible idóneo para sus fines por las características de su desarrollo socio-económico. Crearon a escala comercial el Programa Proalcool que promovía el uso del etanol como combustible automotriz, de dos maneras: como alcohol etílico hidratado carburante (AEHC) en automóviles ajustados tecnológicamente para usarlo solo, y como alcohol etílico anhidro carburante (AEAC), para automóviles convencionales (motores a base de gasolina) pero cuya gasolina contenía una adición de etanol.
Proalcool puso las bases de un crecimiento sólido y sostenido de 30 años en el campo cañero brasileño, y en el uso generalizado del etanol. De hecho, a mediados de los años 80´s un gran porcentaje de los autos en Brasil ya tenía motores diseñados para funcionar con etanol. Pero el petróleo bajó de precio, y nuevamente su empleo y el de sus derivados desplazó la utilización de los combustibles alternativos.
Además, PETROBRAS (empresa estatal brasileña) descubrió nuevos campos petroleros, con lo que se redujeron las importaciones de crudo. Paralelamente, ocurrió que los productores brasileños de etanol perdieron su competitividad ante los nuevos precios del petróleo.
No obstante ello, el programa brasileño de utilización de etanol no murió, aunque sí bajó su ritmo de desarrollo; sin embargo, nuevamente el aumento en los precios del petróleo durante esta década, originado por problemas geopolíticos en países y/o regiones altamente inestables y el reconocimiento de que las reservas mundiales de petróleo han disminuido, han propiciado que de nueva cuenta se impulse la producción de combustibles alternativos.
Por ello, los productores brasileños de etanol han empleado este tiempo para modernizar sus instalaciones y encontrar nuevas técnicas de producción más competitivas. Además, ha surgido la prioridad internacional de preservar el Medio Ambiente, lo que ha convertido al etanol en el combustible de mayor potencial para el futuro próximo, solo o mezclado con gasolinas en cantidades variables.
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