En el municipio de San Joaquín, Querétaro cuya vocación es agricultura, con el cultivo de maíz y frijol; ganadería de bovinos, ovinos y porcinos; pequeños talleres de muebles de madera, el turismo y la minería, que éste último destaca por la extracción de mercurio, que en los últimos años ha tenido un repunte importante.
La necesidad creciente de la obtención de este mineral, se debe al gran desarrollo de la industria electrónica, indicó Juvenal Rodríguez Reséndiz, coordinador de la licenciatura en Automatización de la facultad de Ingeniería en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
Expresó que “a la fecha, el oro es utilizado para muchos dispositivos electrónicos, como son las antenas de los teléfonos móviles y el Wi-Fi, entre otros, por el grado de conductividad que llega a tener. Pero no sólo esto, estamos hablando de que en la industria de los semiconductores, la mayoría de los circuitos especializados para radiofrecuencia y sistemas embebidos utilizan terminales bañadas en oro para tener un grado de conductividad mayor. ¿Por qué me estoy refiriendo al oro? En ciertas ocasiones, para obtenerlo, se requiere de mercurio con el que se hace una amalgama que se adhiere a él durante la extracción.”
El aumento en la demanda de mercurio reactivó la operación de las minas en San Joaquín. En el 2013, el presidente municipal Ezequiel Casas Vega, informó que en esa demarcación operan 12 minas que dan empleo directo e indirecto a más de 900 pobladores.
Sin embargo, este municipio arrastraba la problemática de que los pobladores obtienen el mineral con hornos tradicionales que datan del siglo pasado y que resultan ineficientes, pues según datos de la UAQ, la mayoría del mercurio se evaporaba dado el proceso químico-térmico que se requiere para su extracción. Por otra parte, no hay que olvidar que el mercurio tiene un alto grado de toxicidad, la pérdida constante del elemento provoca que esté más en contacto con la atmósfera y con ello se contaminen el aire, el agua e incluso los animales. La exposición al mercurio provoca en los seres humanos enfermedades crónico degenerativas, daños a riñones, cerebro y sistema nervioso, entre otros.
Ante esto, el edil de San Joaquín planteó la posibilidad de gestionar la adquisición de “hornos ecológicos”, tanto con la Secretaría de Desarrollo Sustentable (Sedesu) como con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la empresa CATECNA, fabricaron un horno de extracción de mercurio cuyo proceso se distingue por tener un procesador de señales digitales (DSP) para el funcionamiento del motor del horno que se encarga de la extracción, ya que la tener el control de variables y generas señales que controlan el movimiento del motor.
Respecto a los recursos para la fabricación del horno, el Dr. Rodríguez Reséndiz destacó: “Este proyecto se da debido a la convocatoria específica del Conacyt, a través del apartado de ‘Demandas específicas’ del Fondo Mixto de Fomento a la Investigación Científica y Tecnológica (Fomix); se sometió a concurso en el que participó la UAQ, quien defendió el proyecto y se hizo acreedora al recurso, que en este caso fue de 800 mil pesos.
El horno es móvil, lo que permite llevarlo a diferentes zonas donde se extraiga el mercurio. Tiene su propia estación de energía, cuenta con un generador eléctrico, su tanque de gas y un contenedor de agua, por lo que es autónomo hasta cierto punto, y le permite a las personas de la región trabajar en zonas aisladas. Otro de los beneficios, que tal vez es el más importante, es la eficiencia que se llega a tener con este horno. Los tradicionales cuentan con una capacidad de extracción entre el 40 y 60 por ciento mientras que nuestro proyecto llega a tener una eficiencia del 80% en lo que se refiere a la recuperación del mineral. Se desperdicia menos y se aprovecha más la energía. Además, como es un sistema cerrado, evita que los vapores de mercurio salgan y sean absorbidos por personas o el medio ambiente.
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