Para el escritor Juan Villoro el futbol es un fenómeno colectivo que trasciende y tiene formas inagotables de ser leído, explicó lo anterior al impartir una charla titulada: Cómo leer un partido de fútbol, en donde el autor de Balón dividido habló, entre otros aspectos, de los heroísmos en un partido, “la telenovela” de la selección nacional para calificar al Mundial de Brasil, los empates a cero, las supersticiones del aficionado, el Barcelona de Pep Guardiola y las narraciones del cronista Ángel Fernández.
El miembro de El Colegio Nacional comentó que un partido de futbol es un relato que se cumple a lo largo de 90 minutos, más los que decida compensar el árbitro, en el que se incorporan elementos apasionantes, pero que algunas veces decepciona, pues hay muchos partidos que se pueden olvidar en espera de que verdaderamente se cumplan las expectativas.
Dijo que “hay muchas maneras de jugar al futbol, una de las cosas que más me asombran y que he querido reflexionar en los últimos tiempos es que a pesar de todas las cosas que lo oscurecen: la manipulación económica, la explotación política, el dopaje, la asunción de costumbres absolutamente ultrajantes e indignas, como el racismo y el machismo, ha podido mantener y renovar la capacidad de asombrarnos y de estos asombros tenemos diferentes maneras de leer los partidos”.
En comunicado de prensa, destacó que los aficionados al soccer son personas que van al estadio con sus pantalones de la suerte, la pata de conejo, el trébol de cuatro hojas, el llavero del Necaxa para frotarlo, se vuelven creyentes de Dios y todo tipo de cábalas. “De pronto jugamos con nosotros mismos, preferimos no ver y pensamos que el equipo está jugando mejor”.
En dicho evento organizado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), el autor de Dios es redondo compartió que desde hace algunos años asocia al futbol con la palabra, porque comenzó acercándose al futbol a través de la radio, escuchando las narraciones de Ángel Fernández.
“Al pasar de la radio a la televisión Fernández ya no se preocupó por decir que pasaba en la cancha y se dedicó a decir poetas, bautizar jugadores, a hablar con metáforas. Este hombre invadido de la narración me hizo relacionar al futbol con la palabra de manera extraordinaria”.
Juan Villoro no pudo dejar de referirse a la Selección Nacional y a la criticada eliminatoria mundialista para Brasil 2014. “Es un equipo muy querido por la gente, respaldado por el público, que genera un negocio extraordinario, un mercado interno grande e ideal; esta Selección puede ir al Mundial sin que se asocie el triunfo con la calidad deportiva, jugando mal se genera mucho dinero, cosa que ha demeritado a nuestro futbol”.
Finalmente, el también periodista hizo una diferenciación entre información y narración, y afirmó de la primera que en el futbol se sabe quién ganó un partido, quién anotó: el club mejor situado en la tabla, datos con los que el periodismo deportivo se alimenta.
“El futbol es un partido que se puede leer de manera inagotable, en la narración se habla de cosas que nunca tienen o tendrán respuesta, por qué pasó, qué significado tuvo, cómo nos afectan los efectos de una jugada”, apuntó.
Comentarios Cerrados