Este 12 de junio se conmemora el día mundial contra el trabajo infantil es por eso que World Vision México, organización de ayuda humanitaria global trabajando desde hace 40 años en México, ha promovido un enfoque integral para la prevención del trabajo infantil y la promoción de los derechos laborales, que incluye la colaboración con las comunidades, los trabajadores agrícolas, las familias, las escuelas y los sectores público y privado.
Las últimas cifras y estadísticas acerca del trabajo infantil en México datan de 2019, pero en World Vision México consideran que estás cifras oficiales han aumentado después de la pandemia. Muchas niñas, niños y adolescentes (NNA) tuvieron que abandonar sus estudios y contribuir en la economía familiar.
“El trabajo infantil atenta contra el desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes, violentando gravemente sus derechos y poniendo en riesgo su desarrollo físico, mental y social. En World Vision hacemos un llamado para que en México se realice un cambio integral para prevenir y erradicar el trabajo infantil, el cual, no permite el desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes.” Comentó Javier Ruiz, Director General de World Vision México y España.
Cuando una niña o niño trabaja 6, 8 o más horas diarias, se pierde su infancia, pierde su derecho de estudiar, se abstiene de los cuidados propios de la edad, de jugar y de descansar de manera adecuada para su desarrollo integral.
Otra violencia hacia la niñez y de la que poco se habla es del trabajo doméstico. En nuestra sociedad persiste la idea de que el trabajo doméstico en las niñas exclusivamente sirve como un “aprendizaje” para el matrimonio o como una opción para la inserción laboral, perpetuando con ello el trabajo doméstico infantil, lo cual debe ser erradicado. Las tareas en el hogar deben asignarse tanto a niñas y niños de acuerdo a su edad, solo así podemos contribuir a reducir las brechas de desigualdad.
En México, hay 1.5 millones de NNA realizando quehaceres o trabajos domésticos en condiciones no adecuadas: horarios prolongados, en un medio insalubre o lugares peligrosos, y después de la pandemia es muy probable que esta cifra haya aumentado.
El 51.3% de los menores de edad que realizan estas actividades son niñas y adolescentes, principalmente de zonas rurales. Estas actividades ponen en riesgo la salud y educación de las menores de edad, privándolas de derechos fundamentales como los son el descanso y la recreación.
De acuerdo al estudio de ENTI 2019, 3.3 millones de NNA mexicanos se encuentran en situación de trabajo infantil, incluido el trabajo doméstico, y el 30% de esta población se desarrolla en el sector agrícola donde la organización ha identificado que operan empresas informales las cuales emplean a los menores. En este tipo de “empresas” no existen mecanismos para realizar el monitoreo y detectar la presencia de niñas y niños trabajando en el campo para ser reportadas en las cifras oficiales.
Con el objetivo de prevenir el trabajo infantil y promover la mejora de condiciones laborales en comunidades agrícolas migrantes como los campos de caña de azúcar y café, nace el programa de World Vision México llamado Campos de Esperanza, colaborando con el sector privado y en coordinación con el Gobierno de México a nivel federal, estatal y municipal. Principalmente en los estados de Veracruz, Oaxaca, Sinaloa, Jalisco, Chihuahua y Baja California.
Con este programa se ha logrado que:
33,229 productores y trabajadores agrícolas capacitados en prevención del trabajo infantil, derechos laborales y condiciones dignas de trabajo.
4,120 servidores públicos capacitados en prevención del trabajo infantil y derechos laborales.
3,082 niñas y niños identificados en riesgo de trabajo infantil, reciben servicios educativos.
3,019 niñas, niños y adolescentes beneficiarios del proyecto participaron en talleres de preparación para la vida.
24 comunidades agrícolas rurales han sido influenciadas positivamente a través de campañas de sensibilización sobre el trabajo infantil y los derechos laborales.
La organización colabora con representantes del sector agrícola para identificar las actividades agrícolas que no son peligrosas y pueden ser desempeñadas por adolescentes en edad permitida de trabajar, de acuerdo con la última modificación a la Ley Federal del Trabajo (15 años de edad). También busca coordinar con el sector gubernamental acercar los servicios de protección social a las personas jornaleras agrícolas y sus familias, incluyendo servicios de educación, salud, programas sociales y servicios de orientación laboral.
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