En la presentación del informe “Pérdidas y desperdicios de alimentos en México”, elaborado por el Banco Mundial, se detalla un análisis de de 79 alimentos representativos de la dieta de los mexicanos y concluye que se desperdician 20.4 millones de toneladas de estos alimentos cada año.
Destaca la generación de 36 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), un volumen similar a las emisiones generadas por 15.7 millones de vehículos anualmente. Asimismo, el agua que se utiliza en la producción de alimentos que terminan en desperdicio, es un volumen que asciende a más de 40 billones de litros y es similar al agua utilizada por todos los mexicanos en 2.4 años.
En cuanto a los impactos económicos, el Banco Mundial reporta en su informe que el valor de mercado de los alimentos analizados asciende a 491 mil millones de pesos.
Durante la presentación de este informe, el subsecretario de Fomento y Normatividad Ambiental de la SEMARNAT, Cuauhtémoc Ochoa Fernández, indicó que, partiendo de la información presentada, se diseñarán los componentes y las directrices que deben integrar una estrategia nacional enfocada en reducir la pérdida y desperdicio de alimentos.
El funcionario federal precisó que se debe generar una estrategia nacional para atender el problema de la pérdida y desperdicio de alimentos en México, la cual es inexistente en la SEMARNAT, y que para fines de sexenio, plantea, esperar realizarla.
Dicha estrategia será pionera entre los países en desarrollo y desarrollados porque considerará la prevención de la pérdida y desperdicio de alimentos a lo largo de toda la cadena de su producción. Así mismo, considerará el fortalecimiento de los bancos de alimentos y el marco legal para fomentar y facilitar la distribución de alimentos recuperados entre la población más necesitada.
Ochoa Fernández agradeció al Colegio de México las facilidades para este encuentro entre sectores de la sociedad involucrados en este tema, a quienes dijo que el mayor reto es lograr una conciencia social en torno a este tema.
Detalló que alrededor del 72% de la pérdida y desperdicio de alimentos se da en los primeros eslabones de la cadena productiva, desde la pre-cosecha hasta su distribución; y el 28% sucede en la venta al menudeo y como resultado de los hábitos de los consumidores finales.
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