En gira de trabajo en el noreste del Estado, el Secretario de Turismo de Guanajuato, Fernando Olivera Rocha, visitó los municipios de Atarjea y Victoria, en donde destacó el potencial de explotar el ecoturismo, turismo religioso y de zonas arqueológicas en la región.
En el municipio de Atarjea, junto con el alcalde José Luis Rivas Loyola, se trasladaron río abajo para llegar a la Capilla de la Ex Hacienda de Charcas; una Hacienda que surtía de maíz y frijol a las comunidades más cercanas en su apogeo a principios del siglo pasado.
Después arribaron a la Peñita, una pequeña capilla con una imagen de la Virgen de Guadalupe encontrada en una piedra y se convierte en un recinto religioso donde cada año el 12 de Diciembre asisten cerca de 4 mil migrantes que regresan para dar gracias, dicho lugar se encuentra Inmiscuido en plena Sierra Gorda a lo largo del río.
Después se visitó el Puerto de Carricillo, un lugar lleno de Pinos en donde el ecoturismo podría ser una gran opción para los lugareños, se pretende en poco tiempo se convierta en un centro vacacional con cabañas, tirolesa, caballos etc.
Mientras que en el municipio de Victoria en donde, junto al alcalde Héctor Teodoro Montes, la primera parada fue el Santuario de la Virgen de los Remedios.
Una construcción que terminó de ser construida en 1948, y que con el paso del tiempo hoy muestra Media cúpula con cantera labrada, en medio de la bóveda una enorme Cruz de Cantera, después se llegó a la zona protegida por la Federación, las pinturas rupestres que datan de 700 Ac a 900 DC .
Dibujos de pintura mineral que muestran manos, personas y plantas, en formas caprichosas de rocas que yacen ahí desde hace 60 millones de años.
También se visitó la Parroquia del Carmen a un costado de una hacienda del año de 1600, así como la Plaza Misión de Arnedo.
Y por último el Templo de Misión de Arnedo de la Virgen de la Purísima Concepción construido por el año de 1700. En su momento se pretendió que el lugar fuera la cabecera municipal, sin embargo no se concretó.
Este templo está marcado por una historia singular en donde una imagen de la Virgen de la Purísima Concepción fue quemada por un fanático, sin embargo la escultura no se consumió con el fuego por lo que los feligreses lo consideran un milagro y hoy esta imagen luce a un costado del altar principal intacta pero de color negro.
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