La Reforma al campo mexicano mantiene abiertos todos los canales de diálogo con las organizaciones campesinas y el compromiso de la Federación es escuchar a todos y respetar la propiedad social de la tierra, dijo el secretario de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (SEDATU), Jorge Carlos Ramírez Marín.
E insistió en es esencial que se pongan de acuerdo el gobierno, el movimiento campesino, los grupos ejidales y los empresarios. Ya que las cosas no pueden seguir iguales, por ejemplo, en los ejidos donde el máximo órgano de autoridad es la asamblea, se puede caer en excesos como discriminar a las mujeres y negar sus derechos a la tierra, solo porque el marido emigró y hay un vacío legal.
Dijo que “es inaceptable, expuso, permitir más despojos al impedirles a los beneficiarios el usufructo de la tierra. Tenemos que cambiar las condiciones y hacer que más mujeres se incorporen a los órganos ejidales.
Al evento donde también estuvo presente el Procurador Agrario, Cruz López Aguilar, el titular de la SEDATU aseguró que el futuro de México, sin lugar a dudas, está en el campo.
Por su parte, el presidente del Congreso Agrario Permanente (CAP), José Durán Vera, refrendó que los campesinos no van a abandonar la vía institucional, pero piden que se les tome en cuenta al momento de elaborar la agenda de trabajo y que en las negociaciones de la gran reforma para el campo mexicano no exista sacrificio para sus trabajadores en aras de la fortaleza económica.
El líder del CAP habló a nombre de la Central Campesina Independiente, Confederación Agrarista Mexicana, Central Campesina Cardenista, la Unión Fuerza Indígena y Campesina, Consejo Nacional de Sociedades y Unidades con Campesinos y Colonos, y la Unión General de Obreros y Campesinos de México Unión General Obrera Campesina y Popular, Alianza Campesina del Noroeste entre otras.
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