Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención de la Salud, ante la declaratoria de la OMS de que no debe ser obligatorio el vacunar a toda la población ante el COVID-19, declaró que muchas personas que están sanas o se han enfermado por la pandemia y fueron asintomáticos, tienen diversas responsabilidades.
Debido a que se pueden enfermar y no quererse vacunar, pueden contagiar a otros individuos que no son responsables de los actos de quienes no quieren vacunarse.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), habla que este principio de libertad es muy complejo de analizar y compaginar posturas.
Debido a que son derechos individuales y existen condiciones de la vida que marcan que aquello que hagamos o no tendrá una consecuencia. En este caso las epidemias o el propio cambio climático, pues estamos todos en el mismo planeta.
“No solo nos afecta sino a otros y si se realiza una fiesta, un individuo puede infectar a muchos. En las enfermedades lo que hagamos o no tendrá consecuencia y sea una externalidades negativa”, el debate es extenso. El diálogo es obligar o no a vacunar y proteger a los demás, siendo esencial el respeto a la libertad individual.
Enfatizó que no debe olvidarse que contar con la vacuna no significa que ya acabó la pandemia, aún falta mucho.
Explicó que se sigue en análisis la realidad sanitaria del Valle de México, antes de poder hacer una declaratoria de semáforo rojo. “Se están apreciando las 18 intervenciones de la autoridad local y hacemos llamado enfático de que los capitalinos comprendan que están en la zona de más difícil control por ser la región más poblada del país.
Cada individuo debe contribuir para mitigar la pandemia, no olvidemos que se aprecia un incremento de defunciones y contagios en la capital.
“El semáforo no es negociable, mide riesgos con sus 10 indicadores e indica con base a información que tipo de medidas se deben aplicar”, dijo.
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