La crisis financiera siempre sí afectará a México, lo que obligó al Gobierno Federal a implementar una serie de acciones y programas, como modificar y ajustar su propuesta de presupuesto de egresos para el año de 2009, mismo que deberá quedar aprobado por el Congreso de la Unión a más tardar el 15 de noviembre próximo.
En lo concerniente a la política de seguridad social, se blindarán los programas vigentes y los que se tendrán que instrumentar y poner en marcha para paliar las consecuencias del desorden financiero mundial que, por obvias razones, lesiona más a quienes menos tienen, como es el caso de millones de mexicanos que viven en la pobreza.
En estos términos se refirió el secretario de Desarrollo Social, Ernesto Cordero Arroyo, durante su comparecencia ante los integrantes de la Comisión de Desarrollo Social de la Cámara de Senadores, para ampliar la información contenida en el segundo informe de gobierno del Presidente Felipe Calderón.
En sus planteamientos y respuestas a las senadoras y senadores de las seis fracciones que integran la LX Legislatura, el funcionario aseguró que el ejecutivo federal respaldaría reformas a la Ley de Desarrollo Social, para cuidar, supervisar y transparentar la aplicación de los recursos en apoyo de las familias que más lo necesiten y no para otro tipo de cuestiones, como podrían ser las de carácter electoral.
En lo que atañe a la actuación de los delegados de la Sedesol, que a juicio de algunos senadores favorecen en actos electorales a Acción Nacional, Cordero Arroyo sostuvo que el gobierno federal «está comprometido para que las personas que sean designadas para esa función, apliquen la política pública y la política social con absoluta transparencia, objetividad y neutralidad».
A nivel federal, existen candados tan serios, como la responsabilidad penal para aquellos servidores públicos que se desvíen de su función primaria de servir a los mexicanos que enfrentan rezagos en materia económica y alimentaria. Hasta la fecha, aclaró el secretario, no hay ninguna demanda penal en este sentido.
«Si hubiera información de que no se está cumpliendo con esta función con transparencia, por supuesto que tomaremos acciones, porque nosotros no pensamos que la política pública se deba aplicar con tintes partidistas».
Cordero Arroyo aceptó que la crisis financiera que afecta al mundo, tendrá repercusiones negativas en México. Hay que ver cómo evoluciona la situación y cómo queda finalmente el presupuesto. No hay que subestimar ningún riesgo.
En cuanto a resultados en materia de combate a la pobreza, el titular de Sedesol indicó que de 1996 a la fecha, se sacaron de la pobreza alimentaria a 20 millones de mexicanos y, actualmente, 14 millones de pobres no tienen recursos para comprar una canasta básica de alimentos, 21 millones tampoco pueden atender sus gastos de salud y educación y 44 millones de mexicanos no pueden resolver sus requerimientos de vivienda y transporte.
Reconoció que la disminución de las remesas enviadas por los connacionales a nuestro país, afectará al 6 por ciento de las familias que viven en pobreza alimentaria, ya que, el 60 por cientos de estas remesas, llegan a hogares considerados no pobres.
Estaremos muy pendientes de todas las comunidades que reciben remesas, pero también de aquellas familias que van a dejar de hacerlo, para que no vayan a caer en condiciones de pobreza.
Se financiarán obras comunitarias, drenajes, laboratorios escolares, plazas públicas y se apoyarán proyectos productivos en esas zonas expulsoras de migrantes, entre otras muchas acciones, acotó.
Al futuro del titular de Sedesol, es aplicable el principio de la duda, recordándole que ceder a las tentaciones políticas, en lugar de responder positivamente, a los reclamos de justicia social que se le hacen, como dicen por ahí, no tendría perdon de Dios, y mucho menos, de esos millones de mexicanos que sobreviven en pobreza extrema.
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