Millones de niños, en etapa escolar de kínder, primaria y secundaria, no van a clases una gran parte del año, porque las escuelas son clausuradas, debido a la lucha magisterial por el poder sindical, en contra de Elba Esther Gordillo, la presidenta vitalicia del SNTE y aliada electoralmente al PAN y al gobierno de Felipe Calderón. La otra trinchera es la coordinadora magisterial, que no tiene un líder único, pero se han formado comités colegiados y bajo la bandera de estar en contra de la Alianza por la Calidad Educativa, por la supuesta intención de privatizar la educación, marchan por las calles, cierran carreteras con la clara intención de dañar a la ciudadanía. Lo más grave es que millones de niños no reciben buena educación.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, conocido como SNTE, por un acto autoritario del gobierno de Carlos Salinas, se destituyó a Carlos Jongitud y se puso a Elba Esther. Ahora es la dueña inamovible del sindicato más grande de América Latina. Pero la educación es mala porque el SNTE no representa la unidad, ni mantiene el orden magisterial. El SNTE significa poder político y elevado poder económico. Eso es suficiente; aunque en muchos estados del país las aulas están cerradas. En el examen de Enlace recientemente hecho más del 60 por ciento de los maestros reprobaron. Las plazas se heredan, igual que en la compañía de Luz y Fuerza.
En cada entidad federativa que se firma el convenio de la Alianza por la Calidad Educativa, avalado por el gobierno calderonista, y que lleva a cuestas en las espaldas la titular de la SEP, Josefina Vázquez Mota; en automático surge un vacío de lucha contra la profesora Gordillo. Es Oaxaca, Guerrero, Zacatecas, Michoacán, ahora Morelos y agarra fuerza la trinchera antielbista también en Puebla.
El SNTE de Elba ha firmado convenios con 14 gobiernos; pero desde agosto quedó suspendido el cabildeo. Este fenómeno de lucha por el poder ha involucrado a la sociedad, en especial a los padres de familia que también se han dividido. Hay grupos que apoyan a los paristas y otros que se organizan para dar las llamadas clases extramuros, con el afán de salvar a los niños y que reciban educación.
El Presidente Calderón al rendir homenaje al desaparecido secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, resaltó que entre sus labores, se destacó el trabajo para resolver el problema magisterial. Respetable la expresión en el momento emocional que lo hizo el mandatario. Pero el problema no disminuyó, no se resolvió y crece. Ahora deberá tomarlo el nuevo titular Fernando Gómez Mont. El daño a la niñez es irreparable; como lo es para el país.
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