Las nuevas tecnologías han surgido de una interactividad que rompe con barreras espaciales y temporales; se ha fortalecido el uso democrático y equitativo de la creación artística y su difusión, consideró la investigadora en los temas de cultura y educación Rossana Ponzanelli.
De acuerdo con la especialista, la producción y recepción de mensajes e imágenes se ha facilitado gracias a la rapidez que ofrecen para el intercambio de mensajes.
Dijo que “la web es un medio idóneo de divulgación del arte entre distintas regiones del mundo; ofreciendo interacción y colaboración virtual para la creación de proyectos entre varios individuos”.
Al respecto, el Consejo Nacional para la Cultura y el Arte (Conaculta), a través de su programa Alas y Raíces, ha desarrollado una serie de plataformas multimedia con contenidos artísticos dirigidos a públicos de distintas edades y, que forman parte del proyecto de Agenda Digital, impulsado por el presidente del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa.
Explicó que “a través de las denominadas nuevas tecnologías, la educación y la cultura vuelven a poner atención en la realidad social por la que tanto se ha preocupado la expresión artística”, aseguró la académica en educación a distancia y nuevas tecnologías aplicadas a la educación y la cultura”.
En su momento, la fotografía y el cine contribuyeron con nuevas sintaxis visuales y narrativas, dando comienzo a una de las más grandes revoluciones culturales que el ser humano ha experimentado en poco tiempo.
A mediados del siglo XX, cuando la televisión tomó un lugar preponderante para difundir la vida social y política, se fortaleció el poder de la imagen como medio de información y comunicación, al mismo tiempo que se desarrollaron nuevas formas de imaginar, conocer y pensar el mundo, refirió.
Desde mediados del siglo XX la relación entre las artes y tecnología se ha ido fortaleciendo, acentuando el uso de éstas en la elaboración de los objetos artísticos y contribuyendo con nuevos enfoques estéticos, por ejemplo con el concepto inmaterial de la obra de arte.
“Desde las primeras manifestaciones del arte cibernético a las actuales producciones de arte digital; las nuevas tecnologías están interviniendo en los procesos de creación, difusión, exhibición y consumo”, expuso la estudiosa de los temas de educación y cultura.
Dijo que “las nuevas tecnologías –ahondó Rossana Ponzanelli– se han convertido en un puente importante entre contextos formales, no formales e informales dentro de la educación artística, por ejemplo, museos virtuales que ofrecen acceso a sus colecciones, así como a actividades artísticas en línea. Otro ejemplo son las aplicaciones que el Conaculta ha elaborado para dispositivos móviles”.
La red ofrece gran variedad de opciones que facilitan los procesos de producción artística, por ejemplo, elementos prediseñados que estimulan el deseo de experimentar, a través de diversas combinaciones y variaciones musicales, visuales, audiovisuales o multimedia, desarrollando habilidades creativas y competencias para la construcción libre del conocimiento.
Precisó que “a través de Internet y las tecnologías, los estudiantes pueden compartir sus experiencias generando sus propios espacios de exposición y participar en proyectos creativos entre personas que viven en diferentes regiones del mundo. De ahí la importancia de aplicaciones como las desarrolladas por el Conaculta”.
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