La contingencia de salud derivada por el Coronavirus ha causado estragos y modificaciones en las dinámicas de cada uno de los mexicanos, principalmente en la economía. De acuerdo con el IMSS se sabe que se han perdido más de 700 mil empleos desde que inició La Jornada Nacional de Sana Distancia para evitar la propagación del COVID-19, por lo que muchos trabajadores han optado por utilizar sus ahorros para el retiro, mejor conocidos como Afores.
Por ley, todos los trabajadores del país afiliados al IMSS o al ISSSTE, cuentan con un ahorro para el retiro, el cual, tiene como objetivo ayudar con la manutención de las personas a partir de los 65 años; sin embargo, dadas las circunstancias económicas y laborales, algunos mexicanos han decidido retirarlo para cubrir necesidades actuales, sin pensar en las consecuencias a futuro.
Aunque se trata de un derecho de los empleados, es importante conocer que este retiro implicará desventajas a largo plazo. En primera instancia, de manera automática se disminuyen las semanas cotizadas que se tienen registradas, por lo que el monto de la pensión será menor, debido a los intereses que dejan de percibirse.
La Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) reportó que durante el primer trimestre de 2020 hubo un incremento del 36% en los retiros de las Afores, aunque no todos corresponden a esta época de pandemia, no descartamos que éstos sigan presentándose debido al confinamiento y la necesidad de liquidez; no obstante, antes de afectar los fondos de retiro, consideremos que hay otras herramientas financieras que pudieran ayudar a los trabajadores con los gastos que se están presentando, comenta Dante Teytud, experto en finanzas personales y Director Comercial de Credifiel.
Actualmente, instituciones financieras como Credifiel, se encuentran acercando asesoría personalizada que ayudará en la toma de decisiones respecto a si es más conveniente solicitar un crédito en lugar de afectar los ahorros del retiro, ofreciendo así, un plan económico y alternativas para cada tipo de bolsillo.
Retirar esos recursos no es para tomarse a la ligera: se trata del dinero que has ahorrado en meses o años de trabajo y que, si bien puede ayudarte a librar una mala racha, es una decisión que debes tomar como última alternativa. Es nuestra responsabilidad como institución financiera asesorar a las personas sobre otras opciones que pueden tener, antes de tocar sus Afores, añadió el especialista.
Es importante reiterar que, además de la baja significativa en el monto de la pensión al momento de la jubilación, cuando se retira dinero del Afore por desempleo, el IMSS quita semanas cotizadas al trabajador, lo que significa que tardará más tiempo en jubilarse, y en el lado extremo del panorama, se podría llegar a perder incluso el derecho, pues la meta de 1,250 semanas de cotización necesarias para pensionarse, se verían afectadas por el retiro de recursos.
Ante este panorama, Credifiel refrenda su compromiso con los trabajadores del estado y los invita a acercarse para asesorarse sobre cómo obtener financiamiento y liquidez para reactivar sus finanzas personales sin poner en riesgo su ahorro para el retiro.
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