Piedras Sagradas

Dicen que cuando estás
manejando la piedra
estás manejando
lo eterno. Históricamente
el ser humano piensa así porque,
en nuestra escala de vida,
concebimos la piedra de ese modo…
Jorge Yázpik

La Sala de Culturas Indígenas del Museo Nacional de Antropología tiene albergada la exposición de Jorge Yázpik titulada: El México precolombino y la mirada de Jorge Yázpik, y permanecerá hasta enero de 2009.
En la presentación de cada una de las obras de Yázpik obtenemos una invitación a jugar con las sensaciones de eternidad que nos proporciona la materia, a percibir, tras el volumen y la textura de la obsidiana, el jade, la diorita, la andesita o el basalto, que éstas son Piedras sagradas.
Esta es la primera vez que el artista expone en el Museo Nacional de Antropología que, por la admiración personal a las artes precolombinas, ha sido el más visitado en su vida.
La exposición Piedras Sagradas nos recibe, incluso, antes de entrar al recinto de Reforma y Gandhi, en el Bosque de Chapultepec. Nueve esculturas de gran formato incitan al paseante a romper lo políticamente correcto cuando se está frente a una obra de arte, se trata de gozarla más allá del alcance visual.
Todo lo que se está viendo, no directamente, sino la interpretación de las proporciones, son los modos de pensar y de solucionar que se dan en todas las culturas.
«Lo que siento… es gozar la materia, no sólo estoy hablando de rocas, estoy hablando del agua o del aire, la luz, de lo que no vemos -pero ésta- se vuelve fascinante y esta soltura con las sensaciones te lleva sencillamente a respetarla», expresa Jorge Yázpik.
Lo interesante de esta exposición es la verdadera apreciación del arte por medio de la concentración en todos los sentidos, todo lo que está plasmado en ellas despierta sensaciones que deben ser atendidas por cada sentido. «Percibes la piedra porque entra en juego la luz»
Es el modo en el que vivimos los mexicanos, pero nunca hemos hecho conciencia de ello. Todos los paisajes, toda la historia, toda la cultura a la que nos arraigamos guarda mucha intensidad. Tenemos acercamiento al vacío, a lo abstracto, a la muerte, a lo oscuro. Expresar eso es algo que se nos dificulta, sin embargo, cargamos con ello como se carga con la misma sombra. La experiencia de hacer conciente un modo de interpretarnos a nosotros mismos nos hace, culturalmente, más grandes.