Lavado de dinero, enriquecimiento ilícito, corrupción y narcotráfico son las acusaciones que enfrentan cuatro exgobernadores de militancia del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que se encuentran encarcelados en México y Estados Unidos o prófugos.
Los exgobernadores Tomás Yarrington, Eugenio Hernández (ambos por Tamaulipas), Javier Duarte (Veracruz) y Roberto Borge (Quintana Roo) enfrentan procesos judiciales por diversas acusaciones, lo cual, es publicado en el libro Los incómodos, editado bajo el sello Temas de Hoy, que fueron motivo de publicación del periodista e investigador Ricardo Ravelo, quien desmenuza cada uno de los casos de estos personajes pertenecientes al PRI.
El autor comentó que “el haber sido calificado como ‘capo de las drogas’ es apenas la medida exacta para entender quién es Tomás Yarrington”, escribe Ravelo de quien gobernó Tamaulipas entre 1999 y 2005 y formó vínculos de poder con grupos criminales como el Cártel del Golfo y Los Zetas, que instauraron un imperio de violencia en la región durante su mandato y para muestra, detalló que está “la recolección de dinero del narcotráfico para financiar la campaña de Tomás Yarrington a la gubernatura funcionó como una maquinaria perfecta. Pero conforme avanzó el sexenio, las ambiciones personales de Yarrington fueron creciendo y no tuvieron límites”.
De Eugenio Hernández, quien gobernó Tamaulipas entre 2005 y 2010, el autor hace un recuento de su paso por la industria de la construcción a la política; si bien apunta que no destacó como alcalde de Ciudad Victoria, en dicha entidad, hizo méritos para ser considerado hombre de confianza de Yarrington, lo cual le permitió convertirse en el sucesor perfecto para la gubernatura.
El periodista indicó que “la acusación estadounidense sostiene que los recursos que Hernández Flores recibió en contubernio con su cuñado provenían del narcotráfico para permitir operar en Tamaulipas no solo el tráfico de drogas sino toda la gama de actividades ilegales: secuestros, extorsiones, tráfico humano, trata de personas, entre otros, que sacudieron por años a dicho estado”.
Sobre Javier Duarte, exgobernador del estado costero de Veracruz, Ravelo da cuenta de la violencia que convirtió ese estado en una carnicería humana, mientras quien gobernó dicha entidad de 2010 a 2016 llevaba una vida de lujos extremos que incluían a su esposa y familiares, así como a una serie de hombres de confianza que crearon una red que le permitió desviar recursos públicos, incluso “tan incomprensible era Duarte que sus asesores de alto calibre terminaron huyendo antes de que el sexenio concluyera”.
Por su parte, Roberto Borge, gobernador de Quintana Roo 2011-2016, acumula una serie de denuncias por enriquecimiento a costa del erario, pero también de las acciones que emprendió contra sus opositores y periodistas como Pedro Canché que reportaban cómo se conducía.
Y describió que “ni en público ni mucho menos en privado Borge Angulo tuvo recato alguno para exhibirse en estado de ebriedad, tampoco le importaba que lo vieran con los ojos desorbitados y dilatados tras largas noches de fiesta en las que no faltaban mujeres, alcohol y su droga preferida: la cocaína”.
Ricardo Ravelo es periodista desde hace 31 años. Ha cubierto la fuente policiaca, seguridad nacional y temas relacionados con la justicia, la corrupción, el narcotráfico y la delincuencia organizada en diversos medios. Es autor de siete libros sobre narcotráfico en México.
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