La adopción del teletrabajo necesita, además de elementos tecnológicos, de la integración de factores organizativos y de recursos humanos.
Actualmente, los reclutadores o el personal de recursos humanos tardan aproximadamente 28 días laborables en cubrir una vacante, un 18% más que hace 5 años, según apunta un estudio realizado por Job and talent.
Por lo que el acceso de los empleados a las prácticas de recursos humanos tales como la participación en el diseño del trabajo, la formación en el puesto de trabajo, o la autonomía en la toma de decisiones, puede aumentar la autoeficacia de los empleados para coordinar y ejecutar sus tareas.
Cabe recordar que la implementación del teletrabajo requiere del compromiso de los empleados para trabajar a distancia cumpliendo en tiempo y forma con las actividades para las que se le contrató.
Para esto, el área de reclutamiento o recursos humanos debe aplicar la “flexibilidad funcional”, que es la ‘humanización’ del trabajo para los empleados, y que permite generar en el empleado la seguridad en el empleo y el enriquecimiento en el contenido y variedad de las tareas por realizar.
De la mano con esta implementación viene también la mejora en la calidad de vida laboral de los empleados reduciendo el trabajo monótono y repetitivo.
Sin las prácticas de desarrollo de recursos humanos que permitan la formación adecuada, el teletrabajo puede ser una experiencia limitada porque la falta de habilidades introduciría una desorganización en la resolución de tareas.
Además del desarrollo formativo de los empleados para que puedan trabajar a distancia, también hace falta el desarrollo informativo sobre cómo y dónde ejecutar las tareas, por ejemplo, el conocimiento sobre espacios de trabajo que permiten en cualquier parte realizar las tareas laborales y a su vez impulsan esta tendencia laboral.
Teletrabajar fuera del entorno laboral tradicional tiene también efectos positivos sobre la productividad en términos de ahorro de tiempo en desplazamientos y de la mayor concentración en el trabajo que se consigue por las menores interrupciones de los compañeros de trabajo.
Este argumento es respaldado por Kokatu, plataforma que pone a disposición más de 300 espacios, entre oficinas privadas, salas de reuniones o conferencias, y otros más, para los teletrabajadores, en distintos lugares de la ciudad y diferentes puntos en la República Mexicana.
“Para ejecutar con éxito el teletrabajo, hace falta un sistema de comunicaciones adecuado. Las oficinas no desaparecen de la vida del trabajador, estas pueden ayudar a optimizar las operaciones dentro de la empresa, consiguiendo así un aumento de la productividad global, es con este objetivo que Kokatu provee de espacios totalmente equipados a profesionales que desarrollan el teletrabajo”, apunta Manuel Braverman, CEO y Cofundador de Kokatu.
Cabe destacar que los teletrabajadores no viven solo para el trabajo, por lo que, para poder realizarse plenamente, aspiran a alcanzar un equilibrio permanente entre la vida personal y la profesional. De esta forma, se ven más atraídos por aquellas empresas que ofrecen políticas de flexibilidad.
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