Por: Josué cruz del Corral
Fotógrafo Expedicionista
Todos los días son gloriosos, a lo que me refiero es que cada día te ofrecerá algo bueno, diferente. Explorar un lugar que no conoces requiere toda tu atención, no sabes lo que puedes encontrarte, desde algo maravilloso a una situación de riesgo. Llama a todos tus sentidos a estar alerta, tu intuición, tu inteligencia, el disfrute de lo que estás haciendo y el optimismo te ayudarán a seguir adelante.
En un ambiente desconocido, al aire libre muchas circunstancias podrían ponerte en riesgo, por ejemplo, perder la ruta podría llevarte a un lugar al cual es probable que no estés preparado, desorientarte podría extraviarte, un cambio brusco en el ambiente como una lluvia fuerte podría causar deslaves, un fuerte viento podría empujarte o desbalancearte, tú mismo al caminar si no vas atento dónde pisas puedes falsearte un tobillo en el mejor de los casos.
Un sinfín de circunstancias estarán en tu expedición así que estar en máximas condiciones es lo ideal. También muchas cosas en tu camino te asombrarán, del lugar y de ti mismo, por ello es que hay que estar atento. Un avance cadente será de muy buena ayuda, o sea a un ritmo, aunque el ritmo varíe escucha y responde. Quiero decir, no te presiones si no es necesario, no te adelantes, no te retrases, la situación te dirá si es necesario ir más rápido o ir más lento, es como la música o cierta melodía, aprende a escuchar, a entender el ritmo de lo que va sucediendo, con sus muchos factores, y así como la palabra lo dice, cada situación va sucediendo en su momento, así irás con la música de tu exploración.
La concentración nace de una profunda y continua atención, la mente humana por lo general es muy volátil, a veces pensamos en el pasado, a través de la memoria y los recuerdos, otras nuestra mente va futuro, pensamos en lo que podría suceder, adelantándonos al resultado, y otras a la imaginación, donde hace una mezcla interesante.
Todo eso útil en nuestra manera de proceder, pero hay que ser muy cuidadosos y no perdernos en ese vaivén de nuestra mente, porque en una zona remota y de riesgo la falta de atención en el momento, como va el dicho, podría salirnos muy caro.
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