México y España integrarán una Comisión Técnica Mixta que se encargará de acordar propuestas concretas de aplicación en el marco del Memorándum de Entendimiento en Materia del Patrimonio Cultural Subacuático, firmado recientemente por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España y la Secretaría de Educación Pública de México, para la cooperación en la identificación, gestión, investigación, protección, conservación y preservación de recursos y sitios de patrimonio cultural sumergido.
Lo anterior fue dado a conocer por Teresa Franco, directora general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y por Jesús Prieto de Pedro, director general de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España.
Durante la reunión, Teresa Franco destacó que México y España fueron de los primeros países del mundo que firmaron la Convención 2001 de la UNESCO sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático, la cual ofrece un marco jurídico y científico de cooperación en la materia, y reiteró que ambas naciones están comprometidas en buscar el cumplimiento de dicha Convención.
Este documento se indicó constituye un “precedente único que busca concretar el espíritu de colaboración entre ambos países, dispuestos a liderar, conjuntamente, la protección científica del patrimonio cultural subacuático que se encuentra en sus aguas”.
Al respecto, Jesús Prieto destacó la línea similar de trabajo que mantienen ambos países en materia de patrimonio arqueológico subacuático. “España y México han coincidido tanto en sus objetivos como en la defensa de los valores que consideran este patrimonio subacuático como bienes de la humanidad, no susceptibles del tráfico comercial y mercantil”.
A partir del Memorándum de Entendimiento en Materia del Patrimonio Cultural Subacuático, signado por el ministro de Educación, Cultura y Deporte de España, José Ignacio Wert, y el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México, Rafael Tovar y de Teresa, habrá temporadas conjuntas de investigación, transferencia tecnológica, exposiciones, libros, videos y una variedad de materiales que es posible crear con la nueva tecnología digital, los cuales servirán como vehículo para la educación que conlleve al respeto y admiración que esta herencia cultural se merece.
Teresa Franco recordó que entre los siglos XVI y XIX, los vínculos de interacción entre el pueblo español y el mexicano fueron muy intensos: Nueva España como Virreinato y España como Metrópoli. Como consecuencia, a lo largo de tres centurias el intercambio económico, humano y cultural entre las dos regiones fue intenso y llevó de ida y vuelta mercancías y mentalidades, tradiciones religiosas, lengua y costumbres, productos básicos y suntuarios que construyeron una nueva concepción de la vida cotidiana de ambos pueblos.
Del puerto de Acapulco, comentó Teresa Franco, se estableció un contacto directo con Asia a través de la Nao de China o Galeón de Manila, que viajaba a Filipinas, en una extraordinaria compraventa de mercancías producidas en tres continentes: Europa, América y Asia. Este intercambio también generó un desarrollo de los mercados internos al surtir de productos a los diferentes poblados a lo largo de los caminos que iban de Veracruz a la Ciudad de México, y de allí a los puertos del Pacífico y viceversa.
El intenso impulso comercial mantuvo viva buena parte de la vida económica y cultural de las tres regiones hasta el siglo XIX. Pero también hubo infortunios ¬¬—dijo la directora general del INAH―, muchos barcos españoles no llegaron a su destino por circunstancias tan variables como tormentas y pillaje. Los restos de esos navíos, con su riqueza cultural, permanecen desde entonces en el fondo del mar, convertidos en verdaderas cápsulas de tiempo que encierran una época específica de nuestra historia compartida.
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