Marcos 4:41
Esta pregunta se la formularon para sí y para todos nosotros unos galileos del primer siglo, en un pequeño lago llamado pomposamente El Mar de Galilea, aunque su anchura hoy día no excede de nueve kilómetros y su longitud de dieciseis, en otro tiempo era un poco más grande, pero no nos interesa mucho el lago sino respecto a aquel de quién se preguntaron ¿quién es éste? Por más de veinte largos siglos la gente se pregunta ¿quién es Jesucristo? No se ponen de acuerdo ¿en qué lugar de la historia lo deben colocar, mucho menos si fue profeta o si es Dios? Llamaremos algunos personajes de la historia para escucharles quién es Jesús: Andrés hermano de Simón, en el Evangelio de Juan 1:41, dijo: “Hemos hallado al Mesías”.
Gente de su tiempo, también en Juan 7:46 unos alguaciles dijeron: “Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre”. Policarpo ?69-155) discípulo del apóstol Juan, a la hora de su martirio dijo: “durante ochenta y seis años he servido a mi Señor y El ningún mal me ha hecho, sino sólo bien ¿Cómo puedo entonces renegar de El? Juliano, emperador romano 33-363 dijo cuando moría: ¡Al fin venciste Galileo! Mahoma 570-632 “Jesucristo… honorable en este mundo y también en el venidero”. Guillermo Shakespeare 1564-1616, gran dramaturgo inglés: “Jesucristo es mi Salvador”.Juan Jacobo Rousseau 1712-1778, “La vida y la muerte de Jesús, corresponden a los hechos de Dios”. Emanuel Kant, “Jesús es un personaje ante quien los mismos cielos se inclinan en devota reverencia”. Napoleón Bonaparte, “Jesucristo fue más que un mero hombre; yo he conquistado mundos por medio de la espada; más El ha conquistado mundos por medio de su amor”.
Abraham Lincoln 1809-1898, “Yo puedo decir con toda sinceridad que soy un seguidor de Cristo”.León Tolstoi 1828-1910, “Yo creo en la doctrina de Jesucristo, y toda mi vida ha sufrido una maravillosa transformación por El”. Todos estos no son meros dichos de hombres famosos, son palabras de personas que como usted y yo podemos ser impactados por la persona de Jesucristo. El debe ser conocido en su divinidad y en su humanidad, debe ser recibido en el alma, debe ser amado y adorado, debemos obedecer sus mandamientos en el hogar, en el trabajo, en la escuela, en la oficina, en el comercio, en la iglesia y en nuestra sociedad. ¿Usted ya sabe quién es éste que aún el viento y el mar le obedecen? El puede calmar las tempestades del alma y aquietar los sobresaltos del corazón. Búsquelo, pronto lo va a encontrar, porque precisamente Él lo anda buscando y cuando dos se buscan se encuentran muy rápido. Deseo que Dios lo bendiga a usted y a toda su familia y que el enigma se resuelva pronto; y como Pedro, diga: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”.
Aarón Cortes Hernández es Pastor General de la
Iglesia Cristiana Interdenominacional, A.R. ser@iciar.gob
Comentarios Cerrados