El inicio de año la mayoría de las personas hace planes, define objetivos, traza metas y establece propósitos. En su mayoría todo gira alrededor de la empresa, de las finanzas, del trabajo o de la economía. Otros tienen en mente una casa, un coche, un viaje o algo semejante. Pero la verdad son pocos los que ponen a la familia como centro de sus planes. Y menos todavía, los que piensan en afianzar sus principios y valores espirituales y morales. La tendencia general es hacia lo material, lo terrenal y lo temporal; y nos olvidamos de lo espiritual, lo celestial y lo eterno. Por eso en esta ocasión, quiero dejar en su corazón aspectos trascendentes para su vida presente y futura. En primer lugar, lo invito a buscar a Dios en este 2013. Dice Dios: Buscadme, y me hallaréis. En otra parte de la Biblia, leemos: Buscad a Dios mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. ¿Habrá otro bien mayor o supremo que Dios? ¿Habrá una meta mejor que ésta? Esto no significa que los ejemplos de planes, objetivos, metas y propósitos mencionados sean malos. No, de ninguna manera; pero siempre hay algo mejor o superior que podemos buscar o alcanzar. Y esa es mi invitación. Si lo buscamos, lo encontraremos; y Dios bendecirá y prosperará todo lo que hagas. Por eso el Señor Jesús, dijo: Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás vendrá por añadidura. En segundo lugar, le recomiendo vea hacia dentro de sí mismo. ¿Existe algún aspecto espiritual o moral que necesita mejorar? Después vea hacia los demás y vierta sobre ellos todo lo bueno que se proponga ser y hacer durante este año. Ellos lo necesitan y usted puede dar a manos llenas. ¿Qué cosas puede mejorar? Dice el apóstol Pablo que el fruto del Espíritu es: Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Nueve aspectos del fruto del Espíritu pueden reorientar su vida de manera radical. Practique un aspecto cada mes.
En el décimo mes refuerce los primeros tres; en el undécimo los otros tres y en el último mes afiance los tres últimos. Y de esa manera su vida interior será fuerte y atractiva y usted podrá dar a su familia y a los demás a manos llenas. Sin embargo, querido amigo, si estas son las manifestaciones del fruto del Espíritu, usted jamás podrá cultivarlas y compartirlas si el Espíritu de Dios no está en usted; y el Espíritu de Dios no estará en usted si no tiene a Cristo en su corazón y usted no tendrá a Cristo en su corazón si no se rinde a Él y le entrega su corazón y su vida. Así que, bueno es empezar por el principio, ¿no le parece? Y tenga la seguridad que todo lo demás vendrá por añadidura. En tercer lugar, quiero dejar en su corazón algunos deberes cristianos que urge conocer y practicar hoy día. Ejemplo: Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal. Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra. No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. Porque: No adulterarás, no matarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Querido amigo: Si lo señalado anteriormente constituye el centro de nuestros propósitos para el 2013, y nuestro ser y hacer gira en derredor de ellos, habremos dado un paso trascendente en nuestra vida presente y futura. Dios te bendiga. ¡Feliz año 2013!
Noé Díaz Alfaro es Pastor en la
Iglesia Cristiana Interdenominacional, A. R. ser@iciar.org
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