En el marco de la reunión bilateral con el presidente Biden fue evidente que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fue sometido cuando a cambio de nada aceptó, lo que ningún otro Presidente, que formalmente el país sea el patio trasero al recibir a todos los migrantes no mexicanos deportados de los Estados Unidos.
Por lo que, en lugar de continuar con su beligerante y falso discurso de la soberanía nacional, debe reconocer su rotundo fracaso en materia de seguridad, corregir y retomar de manera inmediata la necesaria colaboración con la DEA para combatir a los cárteles del narcotráfico que generan muertes, violencia e intranquilidad en las familias mexicanas, afirmó el presidente del PAN, Marko Cortés Mendoza.
Los analistas del gobierno y el Congreso estadounidense, agregó, saben muy bien que los resultados de este gobierno son mucho peores que en el pasado, que la administración de López Obrador es la más sangrienta y permisiva en la historia moderna, que la política de los “abrazos”, explicó, representa una renuncia al deber de defender la vida y el patrimonio de los gobernados.
Los analistas, añadió Cortés Mendoza, no necesitan realizar labores de inteligencia pues los datos oficiales están a la vista: De los 5 años más violentos de la historia reciente, 4 son de López Obrador. De los 4 años con más de 20 mil desaparecidos, los 4. Además, no hay un año en los últimos 23 que supere el número de delitos ocurridos como en este sexenio.
Le guste o no, López Obrador, dijo, tiene que reconocer que hoy en México hay más muertos que nunca. Con el gobierno morenista, México se acerca a los 150 mil homicidios dolosos por la violencia criminal, un lamentable récord histórico respecto a los anteriores gobiernos, comparando periodos iguales, apuntó, con una cifra de 2,351 homicidios dolosos en promedio cada mes, que son mil más que en el sexenio de Calderón al que tanto criticó.
Cortés Mendoza citó que, en Estados Unidos, de acuerdo con las estadísticas oficiales, entre 2019 y 2021 hubo 269 mil 128 decesos por sobredosis de drogas, sin contar homicidios dolosos relacionados con venta y tráfico de las mismas.
Subrayó, López Obrador no cumple con su principal obligación de garantizar la seguridad a los mexicanos, no escucha a la gente que tiene como principal exigencia poder vivir en paz, pero por su propio bien, por lo menos debería escuchar lo que dicen el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland y la directora de la DEA, Anne Migram.
En conclusión, dijo Marko Cortés, López Obrador debería escuchar a los funcionarios de Estados Unidos, reconocer el rotundo fracaso de su política de seguridad y retomar con seriedad la necesaria colaboración de la DEA.
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