Atrás de las movilizaciones, de marchas, plantones, de la violencia de encapuchados, bajo la bandera de exigir justicia en torno a la desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, hay intereses políticos con la pretensión de desestabilizar y de impedir el proyecto de nación. La alerta es por el Presidente Enrique Peña Nieto.
A su regreso de la gira por China y Australia Peña Nieto aludió al movimiento de pedir justicia usando la violencia, reitero su solidaridad con los familiares de los desaparecidos y reafirmó el compromiso de dar con ellos y aprehender a los culpables.
También se refirió al escándalo en torno a la casa de su esposa, Angélica Rivera. Y pidió que ella misma informara sobre la forma cómo la adquirió. La señora informó y mostró documentos de sus ingresos económicos, incluso dio a conocer los impuestos que pagó por sus ingresos como artista.
Después el mandatario agradeció y exaltó la decisión de su esposa de informar y mostrar pruebas de la casa. Y enseguida anunció que él también daba a conocer su patrimonio. Entre terrenos y casas, alcanza unos 45 millones de pesos.
Acudió al Campo Militar Marte a la celebración del aniversario de La Revolución Mexicana, con reconocimientos a militares. E hizo exaltación de Francisco I Madero, aludió a don Venustiano Carranza con quien nace el Ejército.
Las marchas
La frase de la ilusión, de los padres de los 43 normalistas, “vivos los queremos”. Muy entendible la esperanza. La frase de consigna: “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”. Las marchas y la bandera Ayotzinapa siguen. Tres en la ciudad de México, pacíficas, del pasado jueves, juntaron a unos 30 mil. Varios marchistas decían, “esto no es desestabilizar”.
La celebración del aniversario de la Revolución fue sin desfile militar. En el Campo Marte hubo una ceremonia de reconocimientos a las instituciones y de premiaciones a soldados.
El Presidente Enrique Nieto encabezó el acto. Llamó a respetar las instituciones, incluso, sobre el Ejército, deslindó “El error o desvío de unos; no justifica culpar a 212 mil elementos y a toda la institución”. Nuevamente alertó sobre la pretensión de desestabilizar.
En diferentes ciudades hubo marchas por “justicia” de los 43 desaparecidos. En Guerrero y Oaxaca hubo bloqueos y daños civiles. En la ciudad de México los llamados anarquistas aparecieron, unos 200, violentaron en el Aeropuerto. Después del mitin en el Zócalo, otros 300 anarquistas actuaron con violencia. Duró horas la refriega.
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