Opinión

ATISBOS

Segunda consulta, igual que la primera

POR: Rafael Cienfuegos Calderón

CONFIANZA.- Antes de definir el tema de la presente columna había considerado no escribir más sobre Andrés Manuel López Obrador sino hasta que fuera presidente constitucional. ¡Ya chole! -me dije-. Sin embargo, el acaparamiento que tiene de la agenda política nacional y su híperactivismo hicieron que cambiara de idea. Por ello, en esta entrega abordo, de nueva cuenta, el tema de la consulta popular. Resulta que para la construcción del Tren Maya,  el desarrollo de Istmo de Tehuantepec, la nueva refinería en Tabasco, y la implementación de los 10 programas sociales que fueron su bandera y compromiso de campaña, en la segunda consulta nacional del presidente electo, que decidió se realice el 24 y 25 de noviembre  -no en diciembre-enero, como había anunciado-, se echará mano de los mismos organizadores y los mismos mecenas del movimiento-partido Morena que participaron en la del aeropuerto, se instalarán las mismas mil 73 mesas de votación en los mismos sitios de los mismos 538 municipios  de las 32 entidades de la República Mexicana, y será la misma fundación la que haga el conteo de votos. La repetición del mismo esquema empleado en la anterior consulta, obedece a dos factores que López Obrador mencionó a los reporteros: no hubo irregularidades,  y “le tengo toda la confianza” a los que están organizando estas consultas “porque son gente honesta”, no porque sean de Morena. Explicó: si fuesen mapaches electorales, no voy a decir de qué partidos, entonces sí me daría preocupación y diría a la gente, este organismo no es confiable. Así las cosas, si el próximo ejercicio de consulta en el que se pondrá a consideración de los que quieran participar un paquete de proyectos y programas no cumple, como el del aeropuerto, con lo que dispone la Constitución Política, es lo de menos, no tiene importancia para quien en unos días más asumirá la conducción del país, y es por eso que dejará para después la reforma al artículo 35, mediante la cual ha dicho, dará legalidad a las consultas que emprenda durante su sexenio. Consciente del rechazo que tendrá la repetición de una consulta en la que posiblemente no más de un millón 100 mil ciudadanos votarán y cuyo resultado se hará valer como si hubiera sido mayoritaria, López Obrador aceptó que hay a quienes no les gustan las consultas,  y son libres de manifestarse en contra, “merecen nuestro respeto”, pero la construcción del Tren Maya, de la refinería, del desarrollo del Istmo, y la implementación de programas sociales se va a someter a votación bajo el mismo esquema. Y como buen futurólogo, presentó en Twitter un video de trenes corriendo con la leyenda el Tren “avanza a paso firme rumbo al progreso”.

ARRANQUE.- Confiado del resultado de la consulta –a favor, por supuesto- el presidente al relevo acordó con los gobernadores de Chiapas, Tabasco, Yucatán, Quintana Roo y Campeche, iniciar el 16 de diciembre los trabajos del Tren Maya. Ese día está prevista una ceremonia oficial de arranque en Palenque y al siguiente darán comienzo las obras en las otras entidades, con una partida presupuestal inicial de seis mil millones de pesos por parte de la Secretaría de Hacienda. Pero eso no es todo, se realizará también una consulta entre los pueblos originarios.

TEMARIO.- En una misma boleta se preguntará al pueblo sabio sobre el Tren Maya, desarrollar el Istmo de Tehuantepec, (la) construcción de una refinería en Tabasco y modernizar las seis refinerías del país, (la) siembra de un millón de hectáreas con árboles frutales y maderables, (el) aumento al doble de pensión a adultos mayores, otorgar becas y capacitación laboral a 2.6 millones de jóvenes, (dar) becas a todos los estudiantes de escuelas públicas a nivel medio superior, (la) pensión a un millón de personas con discapacidad, garantizar atención médica y medicamentos a personas que no cuentan con servicios de salud, y proveer cobertura de internet a todo el país.

AMISTAD.- Si bien no hay confirmación de que Donald Trump venga a México a la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador como Presidente de la República el 1 de diciembre, si la hay en cuanto a Nicolás Maduro, el indeseable dictador de Venezuela, a quien no obstante que se le acusa de crímenes de lesa humanidad, el nuevo gobierno lo recibirá con honores, pues es Jefe de Estado. El argumento es que el nuevo gobierno mantendrá una relación de amistad con todos los gobiernos y pueblos del mundo.

 

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