Era la asamblea de la ONU no una mañanera
Rafael Cienfuegos Calderón
El Presidente confundió la celebración de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con una más de sus conferencias mañaneras. ¡Qué oso! En su mensaje se dirigió a los jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros de ese organismo, cuyos propósitos son, entre otros, la cooperación internacional en la solución de problemas globales de carácter económico, social, cultural o humanitario, como si fueran sus huestes. Por eso enfatizó en su proyecto político personal, la Cuarta Transformación, en el combate “responsable” (dijo) de la pandemia, en el apoyo económico a los de abajo, al pueblo, con los recursos ahorrados al no permitir la corrupción y por la austeridad republicana, en la venta el avión presidencial, que calificó de insulto, en la solidaridad de los migrantes que envían dólares a sus familias y en el tratado comercial con Estados Unidos y Canadá que va a reactivar la economía. Y como si en el mundo se ignorara que México ocupa el séptimo lugar en contagios y el cuarto en muertes por el virus, que la economía caerá (-12%) este año, que por la pérdida de empleos e ingresos aumentó en 10 o 12 millones el número de pobres, y que miles de pequeños comercios y empresas quebraron al no recibir apoyo del gobierno del cambio, el Presidente publicó en la red “en mi mensaje a la ONU hablé de cómo, a pesar de la crisis sanitaria y económica, México avanza con “pasos de gigante” hacia la Cuarta Transformación. ¿Creerá el Presidente que la mención de la Independencia, la Reforma y la Revolución como antecedentes de su movimiento, o que a Mussolini lo nombraron Benito sus padres por Benito Juárez interesó a, por ejemplo, Ángela Merkel, canciller alemana, cuya preocupación es frenar los contagios con estrictas acciones y multas de 50 euros a quien no use cubrebocas, o a Antonio Guterres, titular de la ONU, intranquilo porque el planeta enfrenta la mayor calamidad económica y pérdida de empleos desde la Gran Depresión, por las amenazas a los derechos humanos y el temor de una nueva Guerra Fría, entre Estados Unidos y China? El Presidente no aprovechó el foro para solicitar la solidaridad internacional y que México se beneficie de los tratamientos contra el covid 19 y de las vacunas para prevenir el contagio, y para proponer un mayor intercambio comercial que fortalezca las economías. En cambio sí lo hizo para promocionar la Cuarta Transformación y dejar entrever que aquí todo va bien y hay capacidad para domar la pandemia y recuperar la economía. ¡Sólo que era la asamblea de la ONU, no una mañanera más!
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