Opinión

ATISBOS

El autoengaño del Presidente

Rafael Cienfuegos Calderón

Al 30 de octubre transcurrieron 700 días del gobierno del cambio y se celebraron 484 conferencias de prensa. Los encuentros con los medios iniciaron el 3 de diciembre de 2018 para estar comunicado directamente con la gente e informar y transparentar las acciones del gobierno, a decir del Presidente. Empero las ha ocupado para denostar a quienes identifica como enemigos de la Cuarta Transformación, enviar mensajes políticos a opositores y conservadores; para defenderse de los “ataques” de la prensa, proteger a sus colaboradores y exigir lealtad ciega. En las mañaneras hace propaganda política, da línea a su gabinete, exalta los programas sociales de reparto de dinero, el combate a la corrupción y las obras emblemáticas de su gobierno, pasa la factura de los errores y omisiones del presente a los gobiernos del pasado, y desmiente la adversa realidad con un “tengo otros datos” que no da a conocer ni se sabe de dónde los saca. En 441 conferencias al 28 de agosto de 2020, SPIN Taller de Comunicación Política que dirige Luis Estrada, encontró 32 mil 193 mentiras. Afirmaciones no verdaderas (falsas) e imposibles de verificar (inventadas). María Amparo Casar, presidenta de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad se preguntó sobre el Presidente: O  no tiene empacho en mentir abierta, consciente y sistemáticamente porque así conviene a sus intereses y propósitos o sufre de autoengaño, enfermedad definida en sicología como la “situación en la que una persona se convence a sí misma de una realidad falsa”. Se documentó (dice) y encontró que el “autoengaño funcional” es en el “que la persona se miente buscando convencerse de que su decisión es la correcta”. En este estado la persona afectada decide transformar una verdad que le incomoda en una mentira que lo tranquiliza. Y el “autoengaño consolatorio” en el que “la persona se miente para responsabilizar de su situación a un agente externo” y se presenta como víctima aun cuando está en una posición de poder. A esta manifestación del trastorno la acompaña el “mentirle a los demás para mentirse a sí mismo”. El gobernante comienza a contar historias falsas o distorsionadas, a ofrecer información que bajo ningún parámetro se apega a la realidad y ante “la evidencia empírica de su propia mentira estos individuos consiguen seguir negando la realidad (Excélsior, 23 de septiembre). “Yo no digo mentiras y siempre hablo con la verdad” (el Presidente 25 de junio 2019).

 

Acerca de Juan Carlos Machorro

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