Lo importante no importa al Presidente
Rafael Cienfuegos Calderón
El peligro que está presente en todos los lugares del territorio del país y aterroriza a la población, carece de importancia para el Presidente de la República. Las más urgentes, necesarias y exigentes tareas que debería realizar dado que se vive un momento crucial de la pandemia por contagios y muertes, no las lleva a cabo. No define medidas enérgicas para evitar la salida a la calle y obligar el uso de cubrebocas, que aunque atenten contra la libertad y tengan un costo político para la Cuarta Transformación, son necesarias y se justifican porque los llamados a quedarse por voluntad en casa son desoídos; y no diseña la necesaria campaña masiva de información sobre la importancia de la vacuna para aminorar la agresividad del virus y evitar que por desconfianza la gente la rechace. Para él resultó más prioritario supervisar el fin de semana el avance del programa de caminos rurales en Oaxaca (aunque pudo haberse tratado de un pretexto para salir de Palacio Nacional y respirar, sin uso de cubrebocas ¡por supuesto!, aire fresco y librarse del encierro por la pandemia). El trámite para la compra de vacunas está en manos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, en tanto que decidió que la responsabilidad de la distribución y aplicación del medicamento sea del Ejército y la Marina, primero en Ciudad de México y Coahuila y posteriormente en todos los estados. Pero hay aspectos relevantes que se desconocen porque el gobierno no informa. ¿Qué institución se encargará de recibir las ampolletas, almacenarlas y mantenerlas a la temperatura requerida para garantizar su calidad y seguridad? ¿Se tiene ya la infraestructura de refrigeración? ¿Qué tipo de transportes se emplearán -aviones, tráileres, camiones, burros y mulas- y cuántos se necesitarán para llegar a los puntos de vacunación de las comunidades más apartadas? ¿Se cuenta con los recursos humanos y económicos para hacer el trabajo y cubrir los gastos que implique la vacunación? ¿Hay implementos sanitarios suficientes (jeringas, alcohol, algodón y caretas y cubrebocas que deberán usar por seguridad los aplicadores)? No se sabe. Informar al respecto es responsabilidades del gobierno del cambio (sería cínico que tratara de zafarse de ellas inventando culpas ajenas) porque la gente, toda, el pueblo bueno y sabio, los conservadores, los fifís, los chairos y hasta el ejército de incondicionales que siguen al Presidente, tiene el derecho de saber oportuna y verazmente lo que el gobierno hace (¿?) al respecto.
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