Quitar obstáculos
Rafael Cienfuegos Calderón
Hay tres razones por las que el jefe del gobierno del cambio quiere desaparecer los órganos autónomos y controlar el trabajo que realizan: 1 evitar que contradigan sus “otros datos” y cuestionen sus decisiones y acciones, 2 apropiarse de su presupuesto y manejarlo discrecionalmente en, por ejemplo, ganar este año las elecciones, 3 que se alineen con su fantasiosa realidad, 4 que sean sus “tapaderas” y “alcahuetes”, como acusa lo fueron con los gobiernos neoliberales. Cooptar los institutos Federal de Telecomunicaciones (IFT) y Nacional de Acceso a la Información (INAI), y las comisiones Nacional de Energía (CNE) y Federal de Competencia Económica (COFECE) -como lo hizo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL)- y pasar sus funciones a diferentes secretarías de Estado para controlar la información y dar a conocer únicamente lo que convenga, es otro de los propósito de las modificaciones a la Constitución que prepara el promotor de la transformación. Siendo así, no es descabellado especular que tras las elecciones de este año vaya por el Instituto Nacional Electoral (INE), que tanto ha atacado, y busque unirlo a la Secretaría de Gobernación para que la contienda presidencial de 2024 y las posteriores queden en manos del gobierno del cambio como en su momento lo estuvieron en las del PRI-gobierno que mediante la Comisión Federal Electoral y la maniobra de que se cayó el sistema de conteo de votos hizo que en 1988, bajo sospecha de fraude, Salinas de Gortari resultara ganador, y ponga fin a la endeble e incipiente democracia. El Presidente puede insistir en que cuesta mucho dinero mantener los organismos autónomos, que no sirven para nada y solo justifican la corrupción y que es mejor destinar sus presupuestos a apoyar al pueblo y el desarrollo, pero la suspicacia indica que quiere acallar las críticas y eliminar los contrapesos, la oposición, y todo lo que obstaculice la “supuesta” transformación. A pesar de lo anterior, la senadora Kenia López Roldán señala que al primer mandatario se le olvida que, a diferencia de la reforma (de extinción) de los fideicomisos, su propuesta para modificar la Constitución (y desaparecer los organismos autónomos), requerirá de las dos terceras partes de los legisladores de la Cámara de Diputados y de Senadores, (y que) afortunadamente, existe el bloque de contención (de partidos de oposición) para detener estos despropósitos.
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