Dar dinero por votos no es un gasto, sino una inversión
Rafael Cienfuegos Calderón
Para ganar una elección a cualquier cargo popular -regidor, munícipe, diputado local, diputado federal, senador o Presidente de la República- se necesita mucho dinero, más del que pueden imaginar los ciudadanos de a pie a los que se pide el voto. Con saliva no se hace campaña ni se gana. Eso bien lo sabe el líder y promotor de la Cuarta Transformación quien ante la necesidad de que Morena y sus aliados sean mayoría en la Cámara de Diputados para consolidar en los próximos tres años su proyecto personal con más reformas a la Constitución y presupuestos amarrados, repartirá este año 457 mil 905 millones de pesos entre los beneficiarios de los programas sociales, que son parte importante de su base de votantes. A ese dinero que es de las contribuciones de los mexicanos que pagan impuestos, el gobierno del cambio le dará un uso electoral aunque disfrazado con el discurso de que es redistribución de la riqueza para ayudar a los más necesitados y combatir la pobreza, empero en los hechos son recursos públicos para inducir el voto el seis de junio. Sin embargo se insiste en que se vigilará que ningún funcionario interfiera con dinero del gobierno, sea federal, estatal o municipal en el proceso cuyas campañas iniciaron oficialmente ayer. Y aunque el reparto de dinero vía programas sociales fue estrategia de los gobiernos del PRI y el PAN, con Morena en la Presidencia de la República el uso electoral de los mismos se mantiene sin cambio. A ello obedece el diseño del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2021 aprobado por los diputados pro-gobierno con sustanciales incrementos en los montos de los programas sociales que tienen más beneficiarios en edad de sufragar. El gasto para Jóvenes Construyendo el Futuro pasó de 16 mil millones de pesos en 2020 a 21 mil 472 millones, para Sembrando Vida, de 48 mil 784 millones a 75 mil 189 millones, para las personas adultas mayores, de 247 mil 518 millones a 304 mil 200 pesos, para Fertilizantes, de mil 620 millones a dos mil 581 millones. Los jóvenes a los que el gobierno da dinero por capacitarse para el trabajo son 370 mil 665, los plantadores de árboles, 423 mil, los de la tercera edad, 8 millones 500 mil y los campesinos que reciben agroquímico más de 300 mil, en tanto que 4 millones 200 mil estudiantes de educación media superior tienen beca. Además, la beca de Jóvenes Construyendo el Futuro se incrementó a partir de enero de 3 mil 748 pesos a 4 mil 310 pesos mensuales, y el gobierno de la transformación anunció el 21 de marzo que a partir de julio el subsidio para adultos mayores se incrementará 15% en lo que resta del año y 20% para 2022, 2023 y 2024 hasta que llegue a 6 mil pesos bimestrales. Aunque resulta discutible si los apoyos económicos que reparte el gobierno tienen o no un efecto electoral, también lo es que se niegue y que se diga que son un acto de justicia social.
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