ATISBOS

El Presidente sí quiere, pero el pueblo no

Rafael Cienfuegos Calderón

Especulemos con la retórica de que el pueblo sabio que no se equivoca manda y el gobierno obedece. El Presidente transformador quiere que inicien las clases presenciales el día 30 y los padres de familia no están de acuerdo. Ante ello, la mejor ocurrencia o estrategia que le puede funcionar en atención al rechazo para no verse obligado a recular en su insistencia de abrir las escuela, sería convocar a una consulta popular “patito” (como le gustan) a través de las redes sociales, dejar que el pueblo decida y esperar a que las condiciones sanitarias mejoren. Alocada o no la especulación, no hay que descartarla. El Presidente del cambio insiste en que no hay motivo (¿ni el alarmante aumento de contagios?) que impida que los estudiantes de preprimaria, primaria, secundaria y bachillerato retornen a las escuelas a finales de agosto, pero la población en proporción de 6 a 4, 62%, no está de acuerdo (encuesta de El Financiero 26-07.2021). El pueblo se manifestó a través de ese ejercicio de opinión y le dice no al Presidente. Pero –aquí es donde la puerca tuerce el rabo, reza el dicho popular- como el Presidente no acepta que lo contradigan, bien se le puede ocurrir   consultar al pueblo para “decidir entre todos” y librarse así del peligro de la imposición, además de que le serviría para sacar raja política y presumir que como buen gobernante que es consultó al pueblo. La especulación surge por la suspicacia que provocó su dicho en Veracruz de “vamos a iniciar clases del nuevo ciclo escolar a finales de agosto; llueva, truene o relampaguee no vamos a mantener cerradas las escuelas”, y que al otro día bajándole de tono, en Palacio Nacional expresara que el regreso presencial “puede quedar como una opción”, como alternativa para no negar el derecho a los que no quieran regresar, porque una cosa es decir “vamos a abrir las escuelas, y otra cosa es, vamos por la fuerza a abrir las escuelas”. Conociendo ya la opinión de la población y la postura de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) de que iniciarán las clases presenciales cuando lo decidan los padres de familia, quizá el Presidente vea en una consulta popular “patito” la salida fácil. Por otra parte, sin especular, haya o no regreso, es de suponerse que en el gobierno están hechas las cuentas del dinero que necesita para reponer  vidrios rotos, muebles de baño, puertas, pupitres-bancas, pizarrones, escritorios, y demás faltantes en las instalaciones vandalizadas, y el costo de dotar agua potable en cantidad suficiente y permanente al 100% de las escuelas, pues hay muchas que carecen de ella, y ante la pandemia es necesario que las medidas sanitarias de higiene se cumplan. ¿Y el tiempo? ¿Serán suficientes los días que restan para hacer la tarea?