Opinión

ATISBOS

Reforma electoral para completar la transformación

Rafael Cienfuegos Calderón

En opinión de Martí Batres “a México le falta un órgano electoral imparcial, que no milite a favor de ninguna fuerza política y, sobre todo, que no milite a favor de ningún proyecto económico privatizador de las élites” (El Financiero 28-02-2022). Argumenta que para completar las transformaciones democráticas e igualitarias de la etapa actual se hace necesaria la reforma del órgano electoral -el Instituto Nacional Electoral (INE)- porque (acusa) quienes lo dirigen son militantes del PRIAN (PRI y PAN), lo que explica la beligerancia, la pasión y hasta a veces la virulencia de Lorenzo Córdova (presidente) y Ciro Murayama (consejero). Son militantes, no son funcionarios institucionales. Son partidarios de un proyecto, no son personajes imparciales. Para ellos, la victoria de la izquierda en el 2018 es sólo una distorsión del modelo de los 90. Batres, militante de Morena, senador con licencia, actual secretario de Gobierno de la Ciudad de México y posible sucesor de Claudia Sheinbaum, parece tener la idea de que la reforma de ley que presentará el presidente al Congreso de la Unión permitirá crear una vez que sea aprobada por diputados y senadores morenos, del Trabajo y Verde, y por los de otros partidos que se dejen convencer, un nuevo órgano imparcial y apartidista diferente a lo que es el INE. Sin embargo, por la campaña sucia del Presidente y su partido en contra de la actual autoridad electoral, hay la sospecha de que el propósito de fondo del cambio es quitarle la autonomía a esa institución ciudadana y controlarla con consejeros afines al gobierno del cambio para pavimentar el camino a la candidata o el candidato elegido para que gane la contienda por la presidencia de la República en 2024. Esa elección es vital para el Presidente porque de ella depende la continuidad de su proyecto personal de transformación y si ve en el actual INE y sus consejeros un obstáculo, es seguro ¿alguien lo puede dudar? que buscará a toda costa controlarlo y convertirlo en comparsa, como señala Batres que lo fueron la Comisión Federal Electoral, con el PRI como partido de Estado, el Instituto Federal Electoral (IFE) y actualmente el INE, con el pacto bipartidista PRI-PAN. La reforma del presidente del cambio y la transformación, según Batres, buscará que el órgano electoral ya no sea oneroso ni que esté comprometido con el bloque político-económico promotor de las privatizaciones de las empresas públicas y de la oligarquización de la sociedad ni que esté sujeto al control de ninguna fuerza política. Pero el plan que se atisba por parte del Presidente, alinearlo con el proyecto de la Cuarta Transformación, lo contradice.

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