Otra vez son tema los asesinatos de mujeres
Rafael Cienfuegos Calderón
Diga lo que diga el gobierno del cambio y maneje como maneje sus datos, lo innegable, lo real, lo lamentable, es que la estrategia de política pública (si es que la hay) para proteger a las mujeres de la violencia, trata de personas, violación y asesinatos de odio, es un total y rotundo fracaso. Y es por eso que este espacio de periodismo de opinión seguirá exponiendo, por convicción y compromiso, que no han servido de nada los instrumentos jurídicos que hay para garantizar y lograr que las mujeres en México vivan libres de mal tratos y sin miedo, y denunciando la indolencia con la que los gobiernos federal, estatal y municipal y autoridades encargadas de impartir justicia propician que la impunidad impere en grado máximo. El mes de abril de los tres años anteriores y del presente ofrece la evidencia. Ocurrieron 82 feminicidios en 2022, igual número en 2021, 73 en 2020 y 68 en 2019 (en diciembre de 2018, al inicio del gobierno del cambio, 101). Ante ello se manipulan los datos oficiales y/o se dan amañados con el fin de falsear la realidad y/o confundir. En su informe del 20 de mayo, Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) afirmó que en abril de este año los feminicidios habían bajado 26.8% con respecto a agosto de 2021, cuando hubo el máximo histórico de 112 asesinatos de mujeres. ¿Por qué hizo la comparación con agosto del año anterior y no con abril como corresponde? ¿Por qué no con el mes que le antecedió, marzo, tanto de 2021 como de 2022? La respuesta es evidentemente, porque no hay decremento alguno y por el contrario la tendencia se mantiene a la alza. Para conocer el avance o retroceso de los feminicidios en México, El Financiero analizó los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y comparó los asesinatos de mujeres ocurridos en los meses de abril del gobierno de López Obrador. Hubo más feminicidios en abril de 2022 que en 2021, 2020 y 2019. En abril de 2018 con Peña Nieto hubo 81, y en diciembre, primer mes del nuevo gobierno, se llegó al récord histórico de 101. Para abril de 2019, el reporte fue de 68; en 2020 hubo 73; en 2021 fueron 82 (ese año es hasta ahora el más violento contra las mujeres con mil 16); y la cifra de abril de 2022 también es de 82, lo que indica que no hay disminución. En enero pasado el registro total fue de 79 feminicidios; en febrero, 83; en marzo, mes del Día Internacional de la Mujer, 75; y en abril 82. Además, este año han aumentado otros delitos que atentan contra la integridad y dignidad de la mujer, como trata de personas, lesiones y homicidios culposos, y violaciones. La violencia feminicida es una tragedia nacional que, como se expuso anteriormente en esta columna, es superada por la tragedia de tener un gobierno que no sabe qué hacer ni cómo responder a las mujeres que exigen la protección y seguridad a que tienen derecho. La insistencia de los medios de comunicación de todo tipo para informar sobre la violencia y los asesinatos de mujeres permitirá que estas sean visibilizadas y que dejen de ser menospreciadas e ignoradas por un gobierno falto de sensibilidad, respeto y responsabilidad, y que para la sociedad el número de feminicidios no sea solo una estadística ni se convierta en algo habitual, por el contrario, que lo sienta como un problema para el que se exige atención y solución.
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