La oposición no sabe qué hacer y da patadas de ahogado
Rafael Cienfuegos Calderón
Después del fracaso electoral del 5 de junio, que es secuela del crecimiento político-territorial que inició el movimiento-partido Morena en 2018 y que hoy se traduce en 22 gobiernos estatales en su poder, la oposición coaligada aún en Va por México no sabe qué hacer, está extraviada, debilitada y, en el caso del PRI y el PRD, al borde de la extinción. En esa condición a los opositores partidistas no les queda más que dar patadas de ahogado y oponerse, sin estrategia política estructurada, a las declaraciones, imposiciones, actos de autoridad, decisiones, reformas legales, ocurrencias y dichos del presidente del cambio, quien no se equivoca al afirmar que PAN, PRI y PRD “no proponen nada, solo se dedican a estorbar y a bloquear a su gobierno”. El Presidente reta a los partidos de Va por México a dar nombres de quienes podrían ser sus candidatos a la presidencia de la República en 2024, como lo ha hecho él, y se burla porque no tienen respuesta, lo único que atinan hacer es dar declaraciones de prensa y, en efecto, ninguno cuenta con un militante que tenga presencia suficiente para contrarreste el arrastre político nacional y la popularidad del Presidente y alcanzar a sus corcholatas: Claudia, Marcelo y Adán Augusto. Dijo el promotor de la transformación que después de los resultados de las pasadas elecciones se pensaría que en la oposición habría una revisión, un replanteamiento, análisis y autocrítica que la lleve a rectificar, pero no, es más de lo mismo. Criticó que PAN, PRI y PRD no vayan a respaldar su iniciativa de reforma electoral (como lo anunciaron) porque quieren seguir con los fraudes teniendo consejeros (del Instituto Nacional Electoral (INE) que burlan la voluntad del “pueblo” y son antidemocráticos. Sin embargo, en esto desacierta el Presidente. Desde que los ciudadanos son funcionarios de casilla en los comicios que organiza y avala el INE, no hay posibilidad de fraude y sí garantía de certeza, limpieza y trasparencia. Sobre la reforma para incorporar la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa, el titular del gobierno federal adelantó que también va a ser rechazada porque lo que quieren es que se resucite a la Policía Federal y que se controle desde la Secretaría de Gobernación sin profesionalismo, disciplina, honestidad y lealtad al “pueblo”, como antes. Empero contrario a su visión, lo que motiva el rechazo (inclusive de la población) es la militarización de la seguridad pública del país. En las instalaciones del 98 Batallón de Infantería recalcó el día 10 que las cosas ya cambiaron porque es el “pueblo” el que “manda” y “decide”. Pero esto tiene sus asegunes. Que se sepa, el “pueblo” no le pidió esas reformas ni resolvió nada sobre la construcción del aeropuerto Felipe Ángeles, el Tren Maya y la refinería Dos Bocas. Mientras, el PAN, el PRI y el PRD presentaron una “moratoria constitucional” para no aprobar en el tiempo que resta de la actual legislatura ninguna iniciativa de reforma a la Constitución, en respuesta a la “intromisión” del gobierno federal en las recientes campañas políticas y por la “cerrazón” de Morena y el presidente de la República al diálogo.
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