En aumento contagios entre jóvenes y adultos
Rafael Cienfuegos Calderón
Durante la presente quinta ola de Covid-19 con dos subvariantes nuevas de ómicron la población de entre 18 y 29 años de edad, de 30 a 39 y de 40 a 49 es la que se ha infectado de manera continua en las últimas 11 semanas. El reporte de la Secretaría de Salud del día 3 precisa que en 24 horas se sumaron 6 mil 301 nuevos contagios y 13 muertes en todo el país para totalizar 6 millones 89 mil 600 y 325 mil 788, respectivamente, y contabilizó 724 mil 794 casos sospechosos. Aunque, estimaciones de la Organización Mundial de la Salud ubican en 623 mil los decesos por coronavirus en México a partir del exceso de mortandad, que son casi el doble de lo que reporta oficialmente el sector salud del gobierno del cambio y la transformación, y muchos miles más de los 60 mil que calculó habría a causa de la pandemia Hugo López-Gatell, el médico-científico encargado de combatirla. Pero ¿por qué personas jóvenes y adultas son los más afectadas a pesar de que ya se les aplicaron las dos dosis de vacunas, siendo que para las autoridades sanitarias desde el inicio de pandemia los mayores de 60 años, infantes menores de 5 años y mujeres embarazadas son los segmentos más vulnerables? La respuesta inequívoca es porque no se han cuidado. Ignoran los protocolos de higiene que a más de dos años y tres meses es de suponerse forman ya parte de las costumbres cotidianas. En el caso de la Ciudad de México desde que la jefatura de Gobierno relajó las restricciones de seguridad sanitaria y autorizó apertura al 100% de las actividades en comercios, restaurantes, bares y lugares donde hay alta concentración de personas, los contagios se han ido para arriba y por ello encabeza la lista de los 10 estados del país con más casos. Claro está que Claudia Sheinbaum no es responsable de que jóvenes y adultos se contagien porque no los obliga a asistir a sitios concurridos ni a no usar cubrebocas ni a no mantener la sana distancia ni a no cuidarse, empero sí lo es por el hecho de que organice conciertos multitudinarios gratuitos en el Zócalo, como el de Silvio Rodríguez hace unos días y los próximos anunciados de la Maldita Vecindad (este mes), de Joan Manuel Serrat (en octubre) y los Ángeles Azules (en diciembre), más los que ocurran entre uno y otro porque el propósito es que haya uno cada mes. De esa forma se incita a la concentración de más de 100 mil o 150 mil personas, o hasta de 250 mil que se calcularon en el Desfile de la dignidad LGBT y más. Por sentido común ante el incremento diario de contagios de covid esos conciertos no deberían llevarse a cabo, pues implican un alto riesgo. Pero como se están viviendo tiempos adelantados de la sucesión presidencial de 2024 y Sheinbaum es una de las corcholatas suspirantes, el circo en una campaña política siempre es redituable en adeptos y votos.
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