ATISBOS

La “magnífica idea” de “transformar”

Rafael Cienfuegos Calderón

Contagiada por el discurso del padre de la transformación en contra del neoliberalismo y en respaldo a su supuesta “tradición humanista”, a Rosario Piedra Ibarra se le ocurrió la “magnífica idea” de “transformar” la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que preside, en una “Defensoría Nacional de los Derechos del Pueblo”

El propósito es, dice, activar los mecanismos de exigibilidad para que las autoridades den cumplimiento a las recomendaciones que se emitan cuando se compruebe  una violación a derechos humanos, y elevar el rango de la institución para “reafirmar su autonomía y potenciar los alcances de su misión”

Para el efecto, la ombudsman entregó los últimos días de enero al Congreso de la Unión la respectiva iniciativa de ley y su argumento es que la actual comisión es un órgano que surgió durante “el neoliberalismo” y está conformado por una “burocracia dorada”. “(Con) costosísimos aparatos burocráticos, con numeroso personal que hacían tareas difusas y duplicadas, funciones más bien mediáticas que implicaban abultados sueldos y prestaciones, gastos en viajes, viáticos, asesores, guardaespaldas y, claro, muchos eventos para la fotografía reservados para adictos a grupos políticos y de interés” (Comunicado CNDH, 30-01-2023).

Se afirma que la iniciativa para reformar el artículo 102 apartado B de la Constitución, y la Ley de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, obedece al “clamor de las víctimas”.

En los días posteriores a que Piedra Ibarra entregara a la Cámara de Diputados la iniciativa en el marco de su informe de actividades (24-01-2023) y que hiciera luego lo mismo en la de Senadores, surgieron un cúmulo de cuestionamientos y críticas en los que salió a relucir el desaseado proceso bajo el cual se convirtió en presidenta de la comisión, que ha puesto al servicio del gobierno transformador.

El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) calificó como “modificaciones inadecuadas” la iniciativa ya que el problema de la CNDH es que no ha consolidado su autonomía para que haga frente a realidades como la militarización, la crisis de desapariciones y la persistente impunidad.

En reunión del 7 de diciembre con Ibarra Piedra, los grupos parlamentarios  de la Cámara de Senadores abordaron la situación actual de los derechos humanos en el país y expusieron que frecuentemente hay violaciones en contra de mujeres, personas indígenas, niños y grupos vulnerables por parte de la Guardia Nacional, que acumula más de mil 254 denuncias por detenciones arbitrarias, que con ella la comisión perdió la confianza ciudadana y la interlocución con las organizaciones de la sociedad civil, los colectivos y las víctimas, se le cuestionó sobre cuántas quejas se han resuelto de amenazas, atentados y asesinatos de periodistas, y qué se hace para inhibirlas, y fue acusada de que a tres años de su nombramiento se ha encargado de desmembrar lentamente a la CNDH, la cual, “se convirtió en propagandista del Gobierno”  por no actuar ante las 150 mil personas asesinadas y las más de 35 mil personas desaparecidas en lo que va del sexenio, y salió a relucir que su elección fue ilegal e inconstitucional, lo que será siempre el sello de su gestión lo mismo que las palabras omisión, sumisión y escándalos.

Ella, en su defensa, dijo que lo que llaman entreguismo o subordinación es “simple y llano compromiso con el pueblo, empatía con él y sus problemas”. Hay narrativas que pretenden difundir una falsa realidad, como la de algunos políticos y académicos, porque una es la realidad del pueblo y, para entenderla, hay que caminar con él y atenderlo. Por eso las denuncias contra violaciones a derechos humanos han disminuido notablemente.

Se dijo víctima de calumnias y ofensas.

Como sea la iniciativa de ley ya está en el Poder Legislativo y de éste dependerá que la Comisión Nacional de Derechos Humanos cambie a “Defensoría Nacional de los Derechos del Pueblo” o no.